Operarios de Tragsa, en grupos de al menos cuatro personas, dependiendo de la cantidad de trabajo que haya, acuden diariamente a las playas de Benzú y Calamocarro, entre otras, de donde retiran kilos y kilos de algas invasoras para ser llevadas al acopio que está ubicado en la zona del puerto de Ceuta. Un trabajo más que necesario, teniendo en cuenta que el alga invasora Regulopterix Okamurae coloniza la costa ceutí desde hace unos cinco años, causando estragos.
Lo hacen en un horario comprendido entre las siete de la mañana y las once para no generarle inconvenientes a los bañistas, aunque ellos continúen su labor hasta las 14:30 aproximadamente.
Este año la limpieza se ha concentrado un poco más en estas dos playas detectándose una menor presencia en La Ribera o el Chorrillo, por ejemplo. Parte de esta labor la deben hacer manual. Si el alga queda suelta la máquina puede trabajar sola, pero si está prensada es necesario hacer algo adicional, pues no puede ser retirada con la arena. Cuando hay mar de fondo la cantidad es mayor.
Desde el Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla con José Carlos García Gómez como director, se creó en Ceuta la Estación de Biología Marina del Estrecho, en la que se han hecho investigaciones sobre el impacto que está provocando la especie en el litoral de la ciudad. Esta estación tiene un proyecto con Obimasa, con el que hacen distintos estudios científicos técnicos.
Enrique Ostalé Valriberas, coordinador de la Estación de Biología Marina del Estrecho en Ceuta, explica, en primer lugar, que existe una diferencia entre el alga asentada, que genera un problema, y los arribazones, que generan otro adicional.
Señala que en general el alga viva la han encontrado desde los cero metros de profundidad hasta los 40, siendo las coberturas mayores en las zonas poco profundas por la presencia de la luz, pero que en Ceuta, específicamente, se han podido encontrar algas hasta los 20 metros aproximadamente.
El experto agrega que los hábitat que se han visto más afectados son los que corresponden a las zonas donde normalmente viven las algas autóctonas y que han sido desplazadas por el alga invasora. Ha dicho que en zonas en donde antes había 15 algas distintas, ahora quedan solo una o dos.
En Ceuta, las algas autóctonas han sido desplazadas por las algas invasoras
El biólogo ceutí advierte sobre los efectos que esta alga invasora ha tenido sobre la diversidad al no existir un ecosistema estable, sino completamente desequilibrado. El arribazón también ha llegado a alterar otros hábitat como por ejemplo las cuevas submarinas, donde las algas quedan encajonadas hasta descomponerse, afectando las especies que viven en las mismas.
Según Ostalé Valriberas, la Bahía Norte fue la primera que se afectó y es en la que se aprecia mayor densidad, pero que ha ido expandiéndose hasta la Bahía Sur. Esto porque las condiciones ambientales de la Bahía Norte le favorecen. Aún así, ha explicado que el alga ya se ha localizado en Granada, en Málaga y en Almería, lo que hace presumir que vaya más hacia el sur.
Sobre las conclusiones a las que se han podido llegar en cuanto a los posibles usos de estas algas, una vez que son retiradas de las playas, el biólogo ceutí cuenta que hace poco se celebró un congreso online promovido por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica, con varios expertos, tratando precisamente el tema del compost o composta como alternativa. Asimismo, señala que en la Universidad de Málaga están trabajado también con la idea del biocombustible.
En un artículo que fue publicado en el 2018, en ‘Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños’, José Carlos García, Enrique Ostalé Valriberas, Liliana Olaya Ponzone y J.E. Sánchez Moyano, de la Universidad e Sevilla, explicaban que “se desconoce la vía de entrada de Rugulopteryx okamurae en el Estrecho, aunque su establecimiento en el estrecho de Gibraltar no se ha producido con moderación y lucha sostenida por el espacio con la biota local, sino de manera expansiva y desbordante generando un impacto visual y ecológico sin precedentes en el mencionado enclave geográfico”.
La Bahía Norte fue la primera que se afectó y es en la que se aprecia mayor densidad
Comentaban en ese momento que, “durante los últimos dos años, el alga exótica Rugulopteryx okamurae se ha expandido de forma muy agresiva sobre fondos rocosos iluminados del submareal en zonas del estrecho de Gibraltar, produciendo graves impactos sobre las comunidades bentónicas preestablecidas, la acumulación de miles de toneladas de algas de arribazón y problemas de enganches en redes de pescadores”.
Hace apenas un mes, El Faro también advertía que el incremento de esa alga asiática en las playas era motivo de preocupación, pero que tras su inclusión hace un año en el Catálogo de Especies Invasoras, el Ministerio de Transición Ecológica comenzaría a colaborar con la Ciudad Autónoma en el diseño y planificación de futuras acciones para el tratamiento de esta especie.
Las algas invasoras, las medusas invasoras, los menores invasores...
Menos los paquetes de Correos, a Ceuta entra de todo.
Queridas ongs. Paea cuando os daréis cuenta que los únicos perjudicados hemos sido nosotros?. Esos menores fueron engañados y abandonados por SU país así que es justo que vuelvan a SUS casas con SUS familias. Poneros a investigar sobre los derechos que les apagaron en su tierra ......ninguno? Ahjhhh, poneros a trabajar en ello y dejar a la gente de buen en paz.