“Los voluntarios de Cruz Roja llevan un mundo nuevo en sus corazones”

Llegó a nuestra ciudad hace cerca de veinte años, concretamente en el 1992, tras recibir una oferta de este periódico, aunque no era la primera vez que había cruzado el Estrecho. No duda en afirmar que Ceuta le hechizó desde el primer momento, tanto que, asegura con una sonrisa, “muchas veces me preguntan que de barrio soy.... todo un honor, claro”. Aquí inició una nueva etapa de una vida que se inició el 5 de septiembre de 1962 en la ciudad francesa de Evreux (Normandía).  
Germinal Castillo es el mayor de una familia de dos hermanos cuyo padre era malagueño -nació en Álora- y su madre, de ascendencia aragonesa, nació en  un campo de concentración para refugiados políticos españoles en Auch (Francia). Responsable de Comunicación de la Cruz Roja Ceuta y profesor de Francés del Instituto de Idiomas, está plenamente integrado en una sociedad que ha sabido ganarse con su forma de ser.
Escribir (asegura que algún día acabará su empezada novela), el Real Madrid, el Buceo y la Radioafición son sus aficiones más preponderantes y el Voluntariado una de sus pasiones.

-¿Germinal no es un nombre muy común, no?
-No, no lo es. Germinal, además de la novela de Emilio Zola, es el nombre de un mes del calendario revolucionario francés de 1789 que, a su vez,  sustituyó al calendario Gregoriano. Germinal correspondía a la época de la germinación en la naturaleza… tiempos de cambios y de vida nueva, supongo....
-¿Dónde naces y cómo pasas tu infancia?
-Nací en Evreux, una de las capitales de Normandía, la tierra de los conquistadores de Inglaterra (risas), de Ricardo Corazón de León, tierra de Normandos…. buenas gentes en cuyas miradas está el sol que falta en el exterior. Mi infancia está salpicada de recuerdos vinculados a personas con un papel muy importante en la Historia contemporánea de España, tanto desde el punto de vista cultural como político. Pero también fue una infancia feliz en un país, Francia, que me sigue cautivando. Un gran país.
-¿Tu llegada a Ceuta?
-Había visitado Ceuta en varias ocasiones pero cuando realmente llego es en el año1992 tras una oferta de El Faro para ocupar el puesto de Redactor Jefe.
-¿Cuál fue la primera impresión de la ciudad? ¿La conocías?
- Lo cierto es que, aunque suene a topicazo, Ceuta me hechizó del todo, me supo envolver entre tarós y vistas cada día inéditas e hizo que me adentrara en este microcosmos sociológico (como bien define mi Amigo Adolfo Hernández) que te atrapa para siempre. Ceuta tiene Magia, esa que me permite vivir en una tierra en la que a veces, hasta yo creo haber nacido en ella. Pero si tengo que destacar algo de Ceuta es, sin dudarlo, el regalo más hermoso que se me ha hecho en mi vida: mi hija, no hay nada más grande, nada.
-¿Háblame de tu experiencia en el diario?
-Lo cierto es que no fue una experiencia, fueron millones de experiencias seguidas, cada una más apasionante que otra. En El Faro he llorado, he trabajado, reído, sufrido, me he ilusionado y he disfrutado…en definitiva he crecido como ser humano haciendo una de las que cosas que más me gustan: comunicar vivencias. Desde reportajes casi imposibles hasta entrevistas que resultaron importantes, por ejemplo, en el ámbito del tablero de ajedrez autonómico , todo fue importante e irrepetible.
-¿Qué destacarías de tu paso por el periódico?
Ser director de El Faro es mucho más que un ejercicio de gestión periodística. En Ceuta se entrecruzan muchos poderes, al margen de otros numerosos grupos de presión, algo que sólo se conocen bien cuando se dirige El Faro. Todo esto hace que la labor del director sea más parecida a la de analista de información que debe saber, en todo momento, separar el grano de la paja, o lo que es lo mismo, la información de los intereses creados. Haber tenido el lujo de vivir ésto es, sin duda, para mí lo más destacable porque, que nadie se engañe, en Ceuta se toca más poder y se baraja mucho más información “sensible” que en otros muchos lugares, y eso, en sí, es todo un privilegio para un periodista.
-Está claro que valoras la profesión de periodista, pero… ¿por qué?
-Básicamente porque comunicar es vivir…y yo lo vivo, como no puede ser de otra manera, de forma apasionada e intensa. El oficio de contar noticias es trascendental porque permite estar allí dónde no se podría llegar, porque permite conocer y, por lo tanto, perder el miedo. Ser periodista es ser transmisor de experiencias y de vivencias…¿Hay algo más apasionante?
-¿Es difícil esta profesión en ciudades como Ceuta?
-Yo lo que creo es que ser periodista no es fácil en ningún lugar. Sea dónde sea, siempre que se escribe, se habla por radio o se retransmite tu mensaje, siempre hay alguien en desacuerdo, generalmente desde la orilla del poder. Pero bueno, esas son las reglas del juego y  todos las conocemos de sobra.
-¿Cómo entras en la Cruz Roja Española?
-Yo entro a formar parte de Cruz Roja a finales de los 70 en Cruz Roja del Mar en Málaga. De alguna u otra manera siempre he estado vinculado a la Institución Humanitaria, pero no es hasta el año 99 cuando me hago cargo de la Comunicación en Cruz Roja Ceuta, de la mano del entonces presidente Julio Parres Aragonés. De todas formas, como reza  uno de nuestros lemas, Cruz Roja se lleva en la piel…y yo agregaría, sin dudarlo, que también está grabado en el ADN del corazón.
-¿Qué balance harías de tu paso por esta institución?
-La verdad es que ese balance lo deben de hacer otros. No obstante, sí quisiera hacer una especial mención de todos mis compañeros, desde José Durán  (el actual presidente),  Alicia Cordente (secretaria territorial) o a mi Amigo León Bendayán (Medalla de Oro de Cruz Roja) hasta el último voluntario recién llegado, todos hacen una labor fantástica y especial, algo que sólo puede producirse cuando se tiene el alma puesta en el constante rumbo de la Solidaridad...y eso lo demuestran todos a diario y con creces.
-¿Crees que aquí eso se percibe así ?
-Sin duda. El esfuerzo y el trabajo bien hecho es inmenso porque estamos ya en casi 30 programas distintos y en ámbitos muy distintos, y ello no sólo es percibido por los ceutíes, sino que, también y sobre todo, es agradecido y reconocido. Cruz Roja es Ceuta porque Ceuta es Cruz Roja, y lo es porque aquí todos somos Voluntarios de Cruz Roja ¿o es que no hemos comprado todos, en algún momento, un boleto de Cruz Roja... y eso también es una forma de Voluntariado.
-¿Son los voluntarios el mejor activo de la Cruz Roja?
-Los voluntarios de Cruz Roja son la esencia pura de la Institución. Llevan un mundo nuevo en sus corazones y lo demuestran a diario con su maravillosa labor. Son Grandes,  muy Grandes
-El perdigonazo en la sien, ¿Tu peor experiencia?
-Es cierto que fue un hecho lamentable, fruto de un irresponsable al que sólo le deseo que, algún día, sea voluntario de Cruz Roja en una ambulancia para que pueda comprobar lo sagrado que representa salvar vidas. Pero, saber que hay seres humanos que mueren, a miles todos los días, por no poder comer o beber y que todos los esfuerzos no lograrán salvarlos es, de lejos, una experiencia mucho más dura de digerir que un disparo de balín en Noche Vieja.
-¿Háblame de Haití, por qué decides ir y que fue lo que te impresionó más?
-Haití estará, para siempre, grabado en mi alma y ha dejado cicatrices imborrables que, de vez en cuando, sangran con profusión porque Haití ha sido toda una lección de vida. Cuando me convocan no me lo pienso, es que ni siquiera cabe la más mínima duda, hay que ir, como tantos otros, a ayudar: no hay nada más grande que poder aportar tu ínfimo grano de arena a esa labor. De Haití no he olvidado nada, pero por encima de todo siempre recordaré la dignidad y la entereza de un pueblo lacerado por el destino y por el olvido internacional  y que, en ningún momento, bajó los brazos ni se dejó llevar.
-¿Volverías a formar parte de un operativo de esta clase?
-Tengo todo el equipo preparado para salir en menos de una hora. Sin duda me volvería a ir porque saber que puedes ayudar a salvar vidas es el mejor de los estimulantes para seguir creyendo en la condición humana.
-Eres profesor en el Instituto de Idiomas...
-Esa es otra pasión en estado puro, porque también es comunicar. Disfruto muchísimo enseñando Francés, además existe una suerte de trueque entre profesor y alumnos; yo les enseño francés y ellos me regalan, a diario ganas de vivir a pleno pulmón. Los alumnos son geniales y creo que existe química entre nosotros... bueno, cuando se acercan los exámenes, algo menos supongo (risas) pero nos llegamos a entender. Para mí, poder dar clases es un regalo que agradezco a diario.
-¿Qué me dices de esta institución académica?
-El Instituto de Idiomas es el organismo autónomo más veterano de la Ciudad y, desde 1974, pasan por sus aulas más de mil alumnos por cada año académico. Sin duda, todo un récord. Además, mis compañeros, de los que también aprendo muchísimo a diario, se entregan sin medida a su trabajo. Se puede decir que hay una especie de marca registrada llamada “Instituto de Idiomas de Ceuta” a la que me siento orgulloso y honrado de pertenecer.
-¿Está bien reconocida en nuestra ciudad?
-El índice de matriculación así lo atestigua y los reconocimientos de padres y alumnos son fiel reflejo de ese reconocimiento. Desde el año 1974 sólo han cambiado los manuales, la entrega sigue siendo la misma.
-Periodista o docente, ¿Con qué te quedas?
-No sabría decir que me gusta más, es tan fantástico poder contar cosas como poder transmitir conocimientos. Tanto la una como la otra están llenas de pasión, y eso me fascina, así que me quedo con todo, obviamente.
-Que afición destacarías?
-Descubrir el Buceo de manos del Maestro Francis Valero ha sido toda una revelación, la paz que procura sumergirte a varios metros es inigualable; pero también adoro escribir (aunque no lo hago con la regularidad que querría y siempre prometo que terminaré mi novela, pero...) y la radioafición la tengo algo abandonada, pero es fascinante. Lo del Voluntariado es mucho más que una afición, es una forma de querer ver la Vida y de comportarse ante ella... y por cierto, lo del Real Madrid también es todo pasión desmedida e irracional vestida de blanco(risas).
-¿Qué meta te gustaría alcanzar?
-Las metas más importantes, las cruciales, las que de verdad importan son las de tipo personal, y esas están a buen recaudo en el fondo de mi corazón...