Los vecinos de San José “se están mentalizando”, pero piden “colaboración” al Comité de Empresa de Trace

La barriada admite la demanda de los trabajadores, pero exige la limpieza de las calles de día porque están “asquerosas todo el año”.

Varios días lleva el presidente de San José-Hadú, Hamido Mohamed Frugui, repartiendo folletos en los que alerta de que la “recogida de basura puerta a puerta queda suspendida” después del ultimátum lanzado por el órgano de representación de los operarios de la limpieza viaria pública. Este portavoz aseguró que los residentes en la barriada “se están mentalizando” en cuanto la obligación de depositar las bolsas con desperdicios en los contenedores, sin embargo, pidió “colaboración” al Comité de Empresa de Trace.
El presidente de la Asociación de Vecinos admitió los postulados de los trabajadores de la empresa, pero, “al igual que ellos nos presentan exigencias, San José-Hadú les exige que limpien las calles de día porque están asquerosas todo el año”, les recriminó Frugui, quien consiguió un aplazamiento en la cancelación de la recogida por respeto al Ramadán, el cual expiró el domingo pasado.
“Por las mañanas, un único barrendero se ocupa de todas las calles que van de la barriada España a Vicedo Martínez”, denunció de forma pública Frugui antes de añadir que este operario solo “no da abasto”. Este representante del vecindario ironizó con que, a partir de ahora, “a Trace le va a sobrar personal, así que nos podrían mandar algún barrendero más para que las calles queden, de verdad, limpias”.
La periodicidad en las labores de baldeo también fueron objeto de crítica en San José-Hadú. “Tienen que pasar, como mínimo, dos veces al mes; pero solo lo hacen una”, lamentó el presidente de la zona, quien encontró en el contenido del folleto que reparte más motivos para la protesta. Esta circular advierte de que las bolsas de basura deben dejarse en los contenedores más cercanos, cuya ubicación es Cuesta Parisiana, Puerta del Mercado de San José; Miguel Arruda (instituto), Santos Vilela y en la avenida de Regulares, junto a la Caixa. “Que pongan más contenedores”, propuso Frugui para una barriada con unos 15.000 habitantes.
Frugui distribuye casa por casa unas 200 octavillas en estos días, las cuales, consideró,  debería repartir la Ciudad Autónoma y, en su caso, la Consejería de Medio Ambiente ya que tiene las competencias en limpieza pública viaria.
El equipo de Gobierno “se está portando muy mal” con la barriada, lamentó Frugui, unos presuntos menosprecios que tienen en el Ramadán su referente más cercano en el tiempo. “Solicitamos el alumbrado en la calle Marqués de Lede con Blond Mesa y no nos han hecho ni caso”, comentó el presidente de San José-Hadú, quien recordó que con Salvador Jaramillo “eso no pasaba”.
La barriada se mantiene expectante, e “ilusionada”, como indicó Frugui, por la inversión de 30 millones de euros que la Ciudad Autónoma anunció para revitalizar San José-Hadú.

Las consecuencias

Puyuelo Domenech “Huele mal y hay moscas porque la basura lleva al sol desde el domingo”

La predisposición de la totalidad de los vecinos a depositar las bolsas en los contenedores, sospechó Hamido Mohamed Frugui, “no se consigue de un día para otro”. Sobre todo, en determinados puntos como en la calle Puyuelo Domenech, donde la basura sigue acumulándose a pesar del reparto de octavillas informando de que se cancela la recogida puerta por puerta. “Huele mal y hay moscas porque la basura lleva al sol desde el domingo”, denunció de forma pública el presidente de la barriada. Son varios los lugares en los que los desperdicios continúan depositándose en plena vía pública.