El vocal de Medio Ambiente de la FPAV recuerda que ya ha habido accidentes en la playa.
Los vecinos de la Almadraba protestan por la ubicación del puesto de viligancia desde el que, aclaran, es imposible controlar toda la playa. El vocal de Medio Ambiente de la FPAV, Francisco García Segado, ha trasladado la queja de los usuarios, recordando que ya ha habido varios accidentes, el último el pasado viernes cuando a punto estuvo de ahogarse una niña de 4 años. Desde el puesto de vigilancia actual resultaba imposible verla.
García Segado asegura que el polémico puesto “no cubre la vigilancia” de las dos playas que conforman la de la Almadraba, por lo que los vigilantes “se tienen que poner en el muro” que hay más apartado, para, desde ahí, sí controlar lo que está pasando a un lado y a otro. “No tienen ni dónde sentarse, se tienen que traer la sombrilla de sus casas”, denuncia el vocal de la Federación, que carga las tintas contra el gerente de Obimasa y coordinador de las playas, Juan Carlos Lara, por no atender esta petición. “Se le ha trasladado el problema pero no hacen nada, dicen que se basan en informes técnicos para poner el puesto ahí, cuando está claro que no se puede controlar desde este punto”, añade, tildándolo de “incompetente” por “poner trabas” a los usuarios de la playa.
Otros años la ubicación del puesto de vigilancia era distinto por lo que sí se garantizaba la seguridad a los bañistas, algo que este año, según los afectados, no se hace. A esta queja, que es la más importante, García Segado añade otra por la colocación de las sombrillas (a diez metros entre sí y a 30 de la orilla) y por el excesivo vandalismo que está afectando a las playas, con individuos que causan destrozos en el mobiliario amparados en que no hay la vigilancia debida.
En otras playas los problemas también se producen, en Benítez por ejemplo las sillas se han colocado a mucha distancia entre sí para la vigilancia, una donde San Pablo y la otra en la desaladora.