La asociación de transportistas se ha convertido en víctima indirecta de la presión migratoria que está soportando la ciudad. El acoso diario y constante que sufren los camioneros que frecuentan el puerto es un hecho, ya que los subsaharianos que buscan escapar de Ceuta están a la espera de que alguno cese su trayecto o pare siquiera un instante ante algún badén para asaltarlo y colarse en su interior o bien aferrarse a los bajos.
El presidente de la asociación, Pedro Villarubia, ha advertido, en declaraciones a ‘El Faro’ que van a pedir una reunión urgente a la Delegación del Gobierno y a Gobernación para trasladarles está problemática, urgiéndoles una actuación al respecto. ¿Por qué? Porque se sienten desamparados y porque los propios transportistas temen enfrentarse a situaciones de riesgo de las que son testigos a diario. El propio Villarubia traslada el temor de cualquier camionero: circular sin saber que lleva a un inmigrante aferrado a los bajos del camión y, de producirse una caída, atropellarle. Ese temor está en el subconsciente del colectivo y por eso denuncian que ya no pueden más, que “no podemos estar así”.
A la tensión narrada se añade los desperfectos que sufren los propios camiones, ya que los inmigrantes quitan piezas para poder buscarse un hueco debajo del camión y ocultarse así sin problemas. Destrozan los tubos de aire, quitan manguitos... y manipulan los camiones acercándose incluso a las naves o explanadas en donde se acumulan los camiones para, aprovechando despistes, colarse. Los transportistas están habituados ya a, a diario, tener que sacar a subsaharianos de las bateas, en coordinación con una Guardia Civil a la que le entregan los inmigrantes y que no puede hacer más que instarles a volver al CETI. Los transportistas temen además que, de producirse un accidente, tener que enfrentarse a una responsabilidad civil si se les pretende exigir cuando ellos, dicen, son víctimas indirectas de una presión que se refleja desde hace meses en toda la avenida portuaria.
De la protección a la responsabilidad
Los transportistas reclaman una protección de las instituciones que deben garantizar la seguridad, que no son otras que, dentro de sus competencias, la Delegación y la Ciudad. Por eso la asociación, que se encuadra dentro de la Confederación de Empresarios, quiere sentarse a hablar con responsables de ambas instituciones para trasladarles sus inquietudes y pedirles apoyo. Tal y como ‘El Faro’ ha mostrado en múltiples reportajes gráficos, el desamparo de los camioneros es absoluto.