La Brigada Forestal considera que la madera muerta supondrá un peligro de incendio.
Una vez retirados los árboles que han cortado carreteras y vías en Benzú, García Aldave y el Monte Hacho, la Brigada Forestal se encuentra ocupada en la retirada de “centenares” de ejemplares en la vegetación del interior de los bosques: “Después de superar la urgencia que suponía las caídas que cortaron las carreteras, se ha ido descubriendo en la zona interior el desprendimiento de árboles, sobre todo de pinos, que han hecho un efecto dominó y han arrastrado consigo conjuntos de seis o siete más contiguos”.
Por ello, la brigada ha acelerado los trabajos para retirar toda esa madera muerta antes de que comience la campaña de vigilancia contra incendios el próximo 1 de junio: Para mayo tienen que estar eliminados, por eso estamos trabajando con cierta urgencia. Los árboles pueden suponer un foco de peligro de incendio”. El proceso para la retirada consiste en el troceado del tronco y el traslado por parte de Parque Móvil. Posteriormente se realiza la quema del material en condiciones de seguridad.
Los desprendimientos producidos por los últimos temporales, particularmente por las lluvias del 6 y 7 de marzo, se han producido prácticamente en todo el territorio: “Particularmente en las zonas de pendiente en la subida de la carretera de Benzú hacia García Aldave, en Aranguren y en la zona de pinares cercana a ambos embalses”.
Si los temporales lo permiten y no hay nuevas caídas, la Brigada Forestal acometerá también el desbroce de los márgenes de las carreteras en las que también trabajan las brigadas de los Planes de Empleo.