Las remuneraciones del personal de la Sociedad de Fomento PROCESA y el Organismo Autónomo Servicios Tributarios (OAST) son, tras la aplicación del ‘Plan de empresa’ de Acemsa y sin contar a sus gerentes y demás altos cargos, las que más se alejan, por arriba, de las medias salariales de la Ciudad Autónoma. El Gobierno local aprobó, que mañana volverá a sentarse con los sindicatos para empezar a negociar su aplicación, aprobó hace una semana un Plan de Sostenibilidad Presupuestaria que apuesta por proceder “a una homogeneización de las retribuciones del personal de cada una de las sociedades a una sola tabla retributiva, de manera que no existan diferencias ni agravios entre unas sociedades y otras y con respecto a la Ciudad”.
El proceso partirá del “irrenunciable” principio ‘a igual función, igual retribución’, tomando “de referencia” las retribuciones existentes “hoy” en la Ciudad “sin perjuicio de su adaptación una vez se apruebe la Relación de Puestos de Trabajo que se detalla en el siguiente punto”. A juicio de Márquez, “ello redundará en un mayor ahorro tanto en la gestión, como en personal y aparato directivo del sector público periférico”.
Actualmente, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, la paridad retributiva está muy lejos de ser real. Los salarios base de los funcionarios de nivel A1 de Procesa ascienden a 2.132,58 euros. En la Ciudad, con el mismo nivel, apenas se superan los 1.100 euros.
A esa cantidad hay que sumar antigüedad, plus de residencia, Complemento Específico y Plus de convenio (entre 211 y 639 euros más). Quienes trabajan a jornada especial reciben 633,45 euros a cambio y el plus de peligrosidad reporta otros 67,7.
La suma de todos esos conceptos deja a los funcionarios A1 de Procesa con unas retribuciones que van de 3.600 a 4.909 euros. Los A2 rondan los 3.300 (con un salario base de 1.807); el C2 que menos cobra no baja de 2.200 y el que mejor retribuido está se acerca a los 2.900 al mes.
Ni bajando al escalón C2 (1.181,69 euros sin añadidos) se iguala el salario base de la Ciudad, que en el nivel A1 asciende a 1.109 euros y en el C2 ni siquiera llega a los 600.
En Servicios Tributarios, la nómina más modesta (por ejemplo, la de un auxiliar administrativo) no baja de 2.800 euros. Las de los jefes de departamento superan los 5.900 euros, lo que en términos salariales les equipara al presidente Vivas tras los recortes decretados (15% menos) por Zapatero en 2010.
Sin fuentes oficiales, a la espera de que la futura Relación de Puestos de Trabajo (RPT) dé “una ordenación clara y sistemática de las retribuciones”, calcular cuánto gana de media un funcionario en la Ciudad es una tarea hercúlea, si no imposible. Los salarios base oscilan entre 1.109 y 548 euros, pero a esa cantidad hay que sumar la indemnización por residencia (otro tanto), los trienios (hasta más de 400 euros, en el mayor de los casos), el Complemento de Destino (de 271 a más de 1.200 euros) y el Específico, el de naturaleza y cuantía más arbitraria, que reporta entre 400 y 4.000 euros, según el caso.
Adhesión a la Ciudad o Convenio Único
En “íntima” relación con el proceso de homogeneización de retribuciones, el Gobierno que preside Juan Vivas se propone retomar “con carácter inmediato” el estudio y la negociación procedente para la aplicación de “un solo convenio” en todo su sector público empresarial “que, en la medida de lo posible y con respeto siempre a la negociación colectiva, se podría articular mediante la adhesión al Convenio de la Ciudad o la negociación de un Convenio Único para todas estas entidades para lo cual ya se dispone de un primer borrador”. Los sindicatos más representativos en la Ciudad (UGT, CCOO y CSI.F) lograron el pasado viernes que el consejero de Hacienda y Recursos Humanos, Francisco Márquez, abriese la puerta a encontrar alguna medida cautelar para que los trabajadores de las empresas municipales que actualmente perciben más remuneraciones de las que fijará el nuevo modelo a implementar puedan cobrarlas en forma de complementos a extinguir hasta su jubilación “siempre y cuando las diferencias no sean inasumibles”.