Los compatriotas de la pareja imputada aseguran que no tenía intención de dañar a sus tres hijos.
Los sirios que quedaban en la Plaza de los Reyes después de la intervención este miércoles de Asuntos Sociales y el Cuerpo Nacional de Policía para el desalojo de los menores, desistieron de sus pretensiones pasadas poco más de 24 horas, como informó ayer este periódico. El grupo, desanimado tras conocer que el Juzgado de Instrucción nº 3 imputó al matrimonio compuesto por Ibrahim y Zainab a tres y cuatro años respectivamente por un delito de atentado, regresó al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI.
“Sólo querían impedir que la Policía se llevara a sus hijos”, explicaron sus compañeros de asentamiento frente a la Delegación del Gobierno, ahora alojados en el centro del Jaral. Expresan su preocupación por el padre, “un hombre amable, pasamos muy buenos momentos pescando con él en Benítez”, relataron sus compatriotas ya afeitados y aseados tras 11 días plantados ante la representación del Gobierno central para forzar su traslado a la península. Ahora, Ibrahim se encuentra en la prisión de Los Rosales a la espera del juicio que se celebrará en unos meses.
“El error de Ibrahim y Zainab no fue sólo de ellos, fue de todo el grupo”, confesaron sus integrantes, quien en los primeros días de ocupación de la Plaza ya se negaron a dar un paso atrás y aseguraron que resistirían hasta conseguir su objetivo. “¿Cómo iba a hacer daño a su hijo? ¡Le adora! Sostenía al bebé para alejarlo de los policías y evitar que se lo arrebataran, no pretendían dañarlos”, exclamó uno de ellos visiblemente afectados por los hechos. “No está loco”, añadió.
Su esposa Zainab, que sujetaba a sus hijas Zizo y Tafida, de tres y seis años, sostenía un cuchillo con el que “nunca amenazó a sus niñas”, insistieron los sirios, “solo se asustó por las circunstancias que nos han tocado vivir”. “Lo levantó para defender a la familia; ella es consciente de que no estuvo bien”, comentaron desmoralizados a la entrada del CETI.
La mujer, a la que se pide mayor pena que a su marido por intimidación a la Policía, apenas pudo conciliar el sueño en la noche del jueves al viernes porque ahora su familia está separada. “Nos dijeron que se pasó la noche llorando”, revelaron sus compañeros.
Kheder, su esposa Khaled –embarazada– y la pequeña Khaldie, de un año, volvieron ayer a las instalaciones del Jaral. El matrimonio Ramia y Gazia Chahín recibieron este jueves a sus hijos Mohamed, Hamad, Frnjia y Jamil, informó Carlos Guitard, director del CETI. Ahora rehúyen de las preguntas como pudo comprobar El Faro, y confiesan tener miedo de separarse de sus pequeños, como le ocurre a Ibrahim y Zainab. Aunque ya están alojados de nuevo en el centro de acogida, insisten en que estas instalaciones tampoco reúnen las condiciones necesarias para vivir aunque de distinta naturaleza a las que encontraron en la Plaza de los Reyes, las condiciones meteorológicas, la falta de comida y un lugar en el que asearse. “Nos roban cosas, desde la ropa que lavamos hasta los móviles”, lamentó uno de los sirios.
Mientras la comunidad siria se recupera de los últimos acontecimientos, la llegada de compatriotas a la ciudad continúa. La última familia ingresó ayer en el centro del Jaral: un matrimonio y dos hijos pequeños.
El Área de Menores continúa sin entregar los tres niños a su madre, que ya está en el CETI
Los hijos de Ibrahim y Zainab, Zizo, Zainab y el bebé de poco más de un mes que nació en el Hospital Universitario de Ceuta, continúan en el centro del Área de Menores y no han sido devueltos a su madre a pesar de que se haya comprometido a permanecer en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI, tal y como le pusieron como condición. El motivo de que aún se encuentren separados se debe a que la progenitora se encuentra imputada en un delito de atentado con medio peligroso por el que le piden cuatro años. No obstante, permanece en libertad con cargos y sin fianza. Sus compatriotas y compañeros de concentración comentaron que en la mañana de ayer tenía intención de visitar a sus pequeños y también a su marido, Ibrahim, que ingresó en la prisión de Los Rosales. Al centro del Jaral también se trasladaron ayer dos fiscales de inspección que efectúan visitas periódicas a estas instalaciones, confirmó su director.
Los medios digitales pasan de que arrojó al bebé al vacío a que fue un intento frustrado por la Policía
La información sobre el desalojo de los menores sirios en la tarde del miércoles ha creado controversia, también en los medios nacionales. Un inmigrante arroja al vacío a un bebé en Ceuta, llegó a titular La Razón este jueves a mediodía, una versión que modificó con posterioridad en su edición digital. Sustituyó el encabezado por Un inmigrante amenaza con arrojar al vacío a un bebé en Ceuta, lo que era un hecho pasó a convertirse en una intención. No fue el único cambio, ya que también modificaron la firma del artículo. Algo habitual en la versión en internet de los periódicos ya que la información está viva en esta nueva era de la información. La noticia añade que “lo intentó lanzar desde lo alto de las escaleras de un parking subterráneo (...) hasta que las manos de un agente cogieron al bebé”, sin que hasta el momento se haya podido comprobar con imágenes este hecho. Mientras que Ibrahim pasa desapercibido como padre, sí atribuyen la maternidad de una niña a Zainab, de quien dice La Razón que “amenazó” a su hija con un cuchillo.
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