Es 21 de septiembre y en el momento de comer, veo y oigo las noticias de televisión, y llevándome el cubierto a la boca y mirando por encima de mis gafas la pantalla, me afloran unas lágrimas que caen en mis labios.
Me pareció que la comida estaba algo salada. pero no. Es el sabor de la pena y de la rabia al escuchar tantas barbaridades todos los días y que los máximos responsables del Estado español no hacen por remediar. ¡Tantos niños sin comer; sin saber , sin poder ir a la escuela; tantos niños sin hogar; tantos mayores abandonados; tantos padres y madres sin trabajo; tantos enfermos mal atendidos aguantando y soportando sus dolores mientras otros lo escuchan diciendo que son cosas de la democracia; otros se llevan el dinero para enriquecerse y vivir como dioses paganos y otros apóstoles tocando las campanas llamando a oración para que recen pidiendo piedad y perdón!
¡Cuánto desafío a 40 millones de españoles! ¡Cuánta traición!
Como ya he dicho en otras ocasiones, la sociedad está enferma.
Antonio Navarro Ferrero
Presidente de la Casa de Ceuta en Madrid