Retoman la liga de clubes que existía a mediados de los 90 para aunar esfuerzos y sacar adelante proyectos conjuntos en su zona de actuación
Era una liga que empezó a funcionar en 1994. “Era un concepto muy bonito que aunaba las inquietudes rotarias de los clubes de Tánger, Gibraltar, nuestra ciudad y, en aquella época, también de Algeciras”, explica Mercedes Araujo, presidenta de Rotary Club Ceuta. Ocurrió que esta organización dejó de existir en Algeciras por motivos internos y esa iniciativa de colaboración conjunta acabó cayendo en el olvido. Ahora el objetivo es volver a reactivar esa alianza y retomar los proyectos de colaboración. Ése es el motivo de la reunión que mantuvieron ayer en el Hotel Puerta de África responsables del Club Rotary de Ceuta con el Club Rotary de Gibraltar y varios clubes Rotary de Tánger: establecer alianzas y proyectos humanitarios comunes. “Este año en Ceuta hemos adquirido la responsabilidad de retomar ese concepto tan rotario de hermanar culturas, de hermanar personas”, explica Mercedes Araujo.
El encuentro de ayer, el segundo de este tipo tras el celebrado en Tánger en enero, estuvo presidido por Isidoro Ales, gobernador del Distrito 2203, que además de ambas ciudades autónomas incluye a la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Andalucía y las Islas Baleares. Entre los principales asuntos que se pusieron encima de la mesa estaba el objetivo de definir el concepto de ‘clubes del Estrecho’ y fijar los acuerdos de colaboración. También estaba previsto empezar a desarrollar un plan de acción, “que irá a oscilando según las necesidades más acuciantes en la zona de los clubes del Estrecho”, señala Araujo.
“Sabemos que hay muchísimos frentes y tenemos que ser capaces entre todos de hacer algo que tenga sostenibilidad”, afirma la presidenta de Rotary Club Ceuta, quien ayer confiaba en que la reunión sirviera para decidir en que ámbito iban a trabajar coordinadamente desde ambos lados del Estrecho. No obstante, Araujo reconocía que quizás este año no puedan acometer ninguna actuación a medio plazo. “Todavía tenemos que definirnos, aunque también es cierto que todos somos conscientes de las situaciones que tenemos más cercanas. Empezaremos por ahí”, señala.
En una ciudad con más de 12.500 desempleados como Ceuta no es difícil encontrar problemas a los que tratar de poner solución, y es aún más fácil hallarlos si el ámbito de actuación de los rotarios del Estrecho se extiende a las poblaciones más cercanas de Marruecos.
No obstante, a pesar de que la situación económica en nuestra ciudad es complicada, no es tan grave como la imaginan quienes la contemplan desde la península a través de las pinceladas que ofrecen los medios de comunicación nacionales. Se repite otra vez la experiencia entre quienes ponen por primera vez un pie en Ceuta y descubren una ciudad muy diferente de la esperada. En esta ocasión quien ha podido corregir el error de apreciación ha sido Isidoro Ales. “La situación es bastante más positiva de lo que se puede imaginar o de la idea que podemos tener en la península”, reconoce tras viajar por primera vez a Ceuta.
En los últimos años, a consecuencia de la crisis, explica Ales, gran parte de la actividad de los rotarios se ha dirigido a intentar paliar los problemas en nuestro país. Y en el caso de los 73 clubes del Distrito 2203, no han tenido que ir muy lejos para localizar a personas que necesitaban de su ayuda puesto que su zona geográfica abarca autonomías que ha sufrido con intensidad el azote de la crisis. “Es un distrito enorme y tenemos muchas necesidades que hemos tratado de atender, pero siempre siendo conscientes de que sólo podemos poner granitos de arena. Uno, otro, otro, otro... Las necesidades son enormes, pero la inquietud social no nos falta. Y nuestros conocimientos, nuestra formación, nuestra educación... las ponemos a disposición de poder paliar esas necesidades, que son retos que se plantean los propios clubes. La iniciativa siempre parte de ellos”, explica Isidoro Ales.
Su ámbito de intervención es muy variado. “Tenemos tanto obras grandes como muchas pequeñitas, pequeñas aportaciones con las que vamos sacando a gente adelante, gente en paro, en exclusión social”, señala Mercedes Araujo. No obstante, indica la presidenta de Rotary Club Ceuta, también realizan actuaciones “en educación, en salud, en suministro de agua potable, en la amistad, en la cooperación... Los rotarios pueden enfrentarse a cualquier tipo de problema. Por desgracia, en el mundo que vivimos a día de hoy no son pocos los problemas”.
Ante la enorme proporción de la empresa a la que se enfrentan, cabría la posibilidad de caer en el desánimo. Para evitar ese riesgo, no pierden la perspectiva ni olvidan cuáles son sus posibilidades de actuación. A veces, el éxito consiste en pequeñas victorias de una gran importancia. “Hay cosas que yo, en mi empresa, puedo intentar hacer incorporando a alguien, ayudando a una persona concreta. ¿Por qué no? La solución de un problema no tiene por qué necesitar siempre de una macrogestión. A veces la solución es una suma de microgestiones”, explica Araujo, la presidenta de Rotary Club Ceuta. El trabajo altruista de 1.250.000 profesionales y empresarios “Somos conscientes de que no tenemos una varita para resolver los grandes problemas que tiene el mundo y nuestra sociedad cercana”, reconoce Isidoro Ales, gobernador del Distrito 2203. Los rotarios no tienen capacidad para aportar soluciones mágicas. Su don reside, explica Ales, en la constante labor que viene realizando el Rotary Club durante más de un siglo, concretamente durante los 112 años que cumplió la organización el pasado 23 de febrero. Y su fuerza reside en la labor altruista de los profesionales y empresarios que componen la organización, un total de 1.250.000 miembros que el año pasado, a través de la Fundación Rotaria y de patrocinadores, financiaron con 96,8 millones de dólares un total 2.469 proyectos en el mundo.
¿Qué mueve a estas personas? “La satisfacción que tenemos los rotarios de aportar a la sociedad cercana y a la sociedad en el mundo entero”, afirma Ales.