Meses después de que varios vecinos denunciaran el estado en el que se encontraban los ponis de la Escuela Hípica, vuelve la polémica al asegurar uno de los usuarios de las instalaciones, que “las condiciones en las que se encuentran son lamentables, llenos de barro, sin un techo y mal cuidados, algo que no pienso sólo yo sino muchos padres u otros usuarios que acuden aquí a montar a caballo”.
Así lo explicaba el portavoz de la crítica, que aseguraba que había acudido a hablar con los responsables pero como respuesta había encontrado la pasividad. “Son animales, ésto en Jerez es impensable que ocurra, pero en Ceuta es una vergüenza y no puede permitirse este trato a los animales”. La respuesta de los responsables ha sido clara. La consejera de Juventud, área en la que se engloba el Instituto Ceutí de Deportes que tiene la tutela de los animales, Kissy Chandiramami, ha explicado que se ha puesto en marcha la redacción de un informe tras escuchar las quejas, pero a falta de que se lo entreguen “he hablado con los técnicos responsables y el lugar donde se encuentran es el más adecuado y las condiciones son mucho mejores que las que presentaban cuando estaban en Viña Acebedo”. Las palabras de la consejera son ratificadas por el director de la Escuela Hípica, Javier Pérez, que ha manifestado que lo más aconsejable para “este tipo de caballos que se utilizan para la monta con niños, es que vivan al aire libre y no permanezcan en el establo ya que así no quemarían suficiente energía y es una raza nerviosa que necesita espacio”. Además, asegura que se encuentran en un espacio amplio, en una parcela arbolada y con la posibilidad de atecharse en los comederos. En referencia a las críticas que apuntaban a a que no iban a vacunar a los animales “porque no había dinero”, desde el ICD se ha informado que la desparasitación y las vacunaciones comenzarán en breve y que “la salud de los animales es buena, tan sólo hay que pasarse y verlos”.
En mente hacer un canal para lluvias
Se está estudiando la posibilidad de construir un canal que evite que la zona acumule tanta agua en período de lluvias, algo que supondría un menor volumen de barro, un elemento polémico en este caso. Mientras el director de la escuela asegura que es bueno para los ponis por sus propiedades y para el cuidado de sus pezuñas, las críticas apuntan a que no y que “no hay derecho a que los animales estén continuamente al aire libre sin un techo bajo el que protegerse aunque sea pequeño”.