Los Regulares en el control de masas

Líbano, 09:15 de la mañana en la base Miguel de Cervantes, una patrulla comunica al puesto de mando el siguiente mensaje: “A las afueras de la población Chii de Khiam se ha concentrado un gran número de personas con una barricada que está cortando el acceso a la citada población, interrumpiendo toda circulación, estas personas están descontentas con la tropas españolas y su presencia.”
El Jefe del Grupo Táctico ordena activar la Compañía de intervención inmediata (Quick Reaction Force) y que se dirija al punto donde se encuentra esa multitud y reabra el acceso de la carretera. El Capitán del Subgrupo Táctico reúne en su puesto de mando a sus Jefes de Sección y a los capacitadores/apoyos (elementos de Zapadores, Desactivación de Artefactos Explosivos, Inteligencia, Sanidad y equipos de Recuperación de vehículos) y organiza su Unidad ordenando a los Tenientes Jefes de la 1º y 2º Sección que carguen el equipo “antidisturbios” y progresen en vanguardia del convoy, la compañía sale de la Base dirección la población de Khiam, a retaguardia del convoy avanza la Sección de Armas de Apoyo y la 3º Sección como refuerzo/reserva.
A unos 500 metros de la linde del pueblo, en desenfilada, el Capitán ordena al Jefe de la Sección de Amas que establezca la cobertura y el apoyo con sus armas colectivas, allí ubica su puesto de mando con el resto de Unidades de apoyos y capacitadores. En ese punto la 1º y 2º Sección de intervención se equipan para actuar rápidamente, ese es el tiempo que tiene el Capitán para planear la operación de Control de Masas y recordar a los Jefes las ROE (reglas de enfrentamiento). Una vez repartido todo el ANL (Armamento No Letal), las protecciones y los lanzadores de artificios las Secciones están en disposición de actuar.
A la orden del capitán, la 1º sección descresta siguiéndole a unos 50m la 2º , una vez las dos SATDB (Sección antidisturbios) se encuentran a unos 200 m de la masa alborotada, el Jefe de la 1º Sección llama al intérprete y le pide que use el megáfono y traduzca la petición de que se dispersen liberando el paso de la carretera de acceso a la población, Cuando el interprete terminó de traducir la petición del Jefe de Sección, un hombre con un  pañuelo en la cara surge de entre la masa y grita: “¡no nos marcharemos!” y el resto de sus convecinos le apoyan con vítores y gritos.
Es el momento de que la Sección de intervención que va en vanguardia avance hacia la masa haciendo gestos intimidatorios para intentar que se disuelva la manifestación. Viendo el Capitán que la masa no se dispersa y no tienen la intención de irse pacíficamente, este solicita permiso a la Base  para lanzar la primera descarga de artificios no letales (Humos, lacrimógenos y pelotas de goma), siendo concedida la descarga el Teniente Jefe de la 1º Sección  ordena al Pelotón de Apoyo, que son los que llevan los lanzadores de artificios, que carguen botes de humo y los lancen, cayendo estos en medio de la masa, el personal nervioso se dispersa momentáneamente pero persiste la concentración, esta vez se da la orden de lanzar botes lacrimógenos, estos últimos botes ya comienzan a hacer efecto. Algunos  manifestantes se marchan dejando en la calle a los más valientes y/o fanáticos. Ahora es cuando hay que aprovechar el éxito y mientras se están frotando los ojos porque les pican, se lanza la carga con fuerza y rapidez, saliendo los primeros el personal del Pelotón de Choque con sus escudos para proteger a los equipos especiales que serán los encargados de detener al hombre del pañuelo en la cara, el líder de la masa.
Una vez disuelta la masa, controlada la situación y detenido el cabecilla, el Capitán ordena a la Unidad de Zapadores que se acerquen al lugar de la barricada para reconocerla ante un posible trampeo y retirarla para limpiar la carretera dejándola expedita. La 2º Sección de Intervención que se encontraba a retaguardia realiza un relevo a la 1º Sección y ocupa el lindero de la población para disuadir a restos de masa ocultos a volver a cortar la carretera. Una vez replegada la Unidad, en la desenfilada, el personal herido por golpes u objetos contundentes son atendidos por el Oficial medico del Puesto de Socorro. No hay que lamentar grandes daños.
Ya finalizada la operación de control de masas, el Capitán da novedades por radio a la Base informando que se personará en el despacho del Jefe del Grupo Táctico para mostrarle la cinta de video grabada por el “combat cámara team” de Inteligencia para identificar posibles insurgentes o terroristas escondidos en la masa.
Lo descrito con anterioridad es un ejemplo de  un “cometido tipo” de actuación para las tropas españolas desplegadas en Zona de Operaciones, el Control de Masas (Crowd and Riot Control). Tradicionalmente la participación del Ejército de Tierra español estaba principalmente basada en un planteamiento casi exclusivamente militar de sus acciones, pero cada vez con más frecuencia las Unidades españolas participan en misiones internacionales donde unas reglas de enfrentamiento muy restrictivas nos obligan a dar una respuesta proporcional y graduada a las amenazas. Para ello las Unidades militares que desarrollen operaciones de proyección deben estar organizadas, adiestradas y equipadas con medios no letales para hacer frente al control de masas y/o una posible alteración del orden público, las Unidades más idóneas para estas misiones, son las unidades de combate, normalmente de Infantería.
El Tabor Tetuán del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, como Unidad de Infantería Ligera, no sólo se instruye en C.R.C durante la fase de preparación previa al despliegue en Zona de Operaciones, sino que forma parte de su adiestramiento continuo, ya que el Mando es consciente de la importancia de tener a sus Unidades equipadas, instruidas y preparadas en el control de masas para, de un modo inmediato, poder apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el caso que fuesen requeridas.