Los individuos, alrededor de una treintena, que apabullaron a los policías nacionales de radiopatrullas que subieron al Príncipe a detener a un hombre por violencia de género, están identificados.
Al menos algunas de las personas que provocaron que el detenido escapara han sido reconocidas por los agentes actuantes. Su acción fue más allá de darle cobertura a un individuo que, supuestamente, estaba incurriendo en una violencia de género contra su mujer. En la revuelta causada consiguieron que tres policías resultaran heridos, sufriendo además la sustracción de algunas de sus pertenencias y dos coches oficiales dañados a piedras.
Tal y como ha confirmado El Faro, después del avance de la información que ayer mismo adelantaba en portada, la revuelta se produjo cuando los policías acudieron a una vivienda de la barriada para intervenir en un asunto de violencia de género después de que se hubiera recibido una llamada de alerta en el 112.
Cuando los policías subieron y comprobaron que la mujer se encontraba en buen estado, intentaron proceder al arresto del varón, sin pensar que éste optaría por lo que ya ha pasado en otras intervenciones, pedir ayuda a quien se prestara para impedir la acción policial.
Así fue. Varios individuos se personaron en la zona rodeando a los policías, algunos de mayor edad y todos de los grupos de los zetas, gritando y vetando la acción policial, amenazándoles con que si se llevaban de allí al detenido esposado no saldrían vivos. Apabullaron a los policías consiguiendo así que el arrestado se escapara con los grilletes. La Policía no pudo darle alcance debido a que decenas de hombres, mujeres y niños lo impedían.
La intervención terminó con el sujeto a la fuga (aún no se tiene constancia de que haya sido ya localizado) y con tres policías lesionados con erosiones en las articulaciones de las que tuvieron que ser tratados sanitariamente.
La historia no terminó ahí, porque además de las lesiones los participantes robaron objetos de trabajo a los policías. Así, se llevaron los grilletes de una pareja de funcionarios, una defensa y hasta un cargador de la pistola reglamentaria de otro de los agentes. Todos estos elementos, portados al cinto, les fueron arrebatados cuando los agentes se encontraban rodeados por decenas de individuos. Además la emprendieron a golpes con los vehículos que fueron alcanzados por una lluvia de piedras.
La Policía intenta localizar a los participantes en esta algarada al igual que a la persona que provocó este desenlace.
Las claves
Llamada
De emergencia. Los zetas suben para atender una llamada sobre un presunto caso de violencia de género. Se topan con que el varón llama a los presentes para que arremetan contra los agentes.
Presión
Huida. El implicado consigue huir con los grilletes del agente gracias a que obtiene la cobertura necesaria de individuos presentes.
Agresión
Y sustracción de efectos policiales. Tres agentes sufren erosiones y además pierden efectos policiales que les son arrebatados en el transcurso de la revuelta.