Los nuevos ‘pater familias’

Este concepto nació en el Imperio Romano y se identificaba con el padre de familia que entonces tenía mucha más potestad que la que tenían los padres de familia hace unos años en nuestras culturas herederas de aquella. El concepto de patria potestad viene también derivado de aquellos pater familias y del poder que tenían sobre los hijos y las mujeres de la familia,

pero no solo sobre ellos sino también sobre los esclavos que tenía en propiedad y que estaban asignados a su casa. Este poder duraba toda la vida, salvo algunas circunstancias extraordinarias y a nosotros nos ha quedado el concepto legal de patria potestad pero muy disminuido con respecto a lo que era entonces. En la cultura musulmana, aunque no legalmente pero sí de hecho, el padre de una familia continúa manteniendo un poder sobre su familia que ya no tienen los padres en Europa. Aunque no es un poder de derecho, sí lo es de hecho ya que el vínculo es aceptado y respetado por todos los miembros de la familia. Una vez dicho todo esto y llegando a nuestros días, se puede decir que en la sociedad Española actual el pater familias es el político más cercano.
El primer acontecimiento en una familia es el nacimiento de un hijo, que ya no se tiene en la casa, sino que se tiene en un hospital, dicen, que por higiene, dicen que por si hay algún problema siempre será mejor, etcétera. Pero en realidad es nuestro político de cabecera, el pater familias, quien ha decidido que todos sus hijos, entre los que nos encontramos, han de nacer en una institución que él controle, como por ejemplo en un hospital de la seguridad social, donde todos los que mandan han sido nombrados por otro político bajo cuya tutela estén todos los cargos que mandan en un hospital, al igual que ocurría en la Roma imperial con la figura del cliente. Por supuesto en el hospital te aconsejarán sobre la mejor técnica a aplicar para el parto y te indicarán el calendario de vacunas y revisiones a las que debes someter al hijo recién nacido si quieres continuar disfrutando de pertenecer a la familia de ese político que cuida de todos nosotros.
El siguiente paso importante en la vida de un ser humano es la escolarización y ello se produce, por supuesto, bajo la tutela del político de turno que te dirá que puedes elegir el colegio que quieras, pero cuando lo elijas, necesitarás mucha suerte para que el pater familias, en este caso algún político que tenga que ver con el Ministerio de Educación y que será cliente de otro político que tendrá un cargo superior y que lo puso a él ahí, te otorgue graciosamente el colegio que tú quieres.
Por supuesto la educación, que darán a tu hijo en ese colegio, está absolutamente controlada por el pater familias, osea el político que gobierne en ese momento que aleccionará a sus hijos que en realidad son los nuestros con arreglo a sus convicciones sin dudar en colorear los libros de texto según esos mismos valores que desea transmitir a sus hijos que son los nuestros.
Este proceso durará mientras nuestros hijos que son sus protegidos estudien, incluida la Universidad que también controlan a través de sus clientes y que son los altos cargos de las mismas que son terminales, de una forma u otra, voluntaria o forzada, de los pater familias de mayor categoría.
Por supuesto, todos los hijos que nos encontramos bajo la autoridad del pater familias (político de turno), procuramos estar a bien a con él, ya que de ello depende que nos vaya solucionando todos los problemas de nuestra vida, haciéndola más fácil para todos nosotros. En general los españoles nos solemos encontrar cómodos dejando en manos de otro que nos solucione nuestros problemas.
Cuando necesitemos trabajar para ganarnos la vida nuestro pater familias (político de Turno)  se ofrecerá a solucionarnos el problema, con un enchufillo, por supuesto merecido, porque al fin y a la postre “La familia es la familia” y él se hace cargo de todas nuestras necesidades. Si puede nos dará un puesto en la empresa familiar, el Gobierno de España, pero si hay otros con un pater familias de más alto rango, entonces te buscará un puesto en la privada, a poder ser que deba favores a nuestro pater familias que como suele estar metido en decisiones que afectarán a esta empresa privada seguro que le deben un favor y no tendrán objeción alguna en echar una manilla para que un miembro de la familia pueda trabajar.
Por supuesto, todos los miembros de la familia dejamos que nos saque las castañas del fuego el pater familias (político de turno), dejamos que nos elija colegio, dejamos que eduque a nuestros hijos, dejamos que nos busque la vivienda, dejamos que nos busque trabajo, dejamos que nos case, etcétera. Pero como es “por nuestro bien”, en general nosotros nos dejamos. Para qué vamos a tomar nuestras responsabilidades si ya hay otro que se toma las molestias por nosotros y además a él le gusta. Pues nada, los dejamos hacer.
Mientras toda va bien, todos contentos, pero cuando las cosas se tuercen y el político (pater familias) no puede sacar a su familia de los apuros en los que se ha metido por dejar hacer al pater familias (político de turno), entonces vienen las acusaciones de corrupción, las frustraciones y las acusaciones de mentiroso al pater familias (político de turno). Han traicionado la confianza que le dimos, ya que él protegía a la familia.
Es entonces cuando nos damos cuenta de que es nuestro verdadero padre y no un político quien hará lo que sea por nosotros y desde luego lo que nunca debimos permitir es que nadie tomara decisiones por nosotros. Defender nuestra libertad de elección, la no intromisión del Gobierno en nuestras vidas, en definitiva,
Nuestra libertad es responsabilidad nuestra, cada vez que dejamos que alguien haga o decida por nosotros estamos perdiendo libertad y al mismo tiempo nuestra responsabilidad es nuestra libertad y nadie tiene derecho a quitárnosla.
La libertad nos la ganamos día a día y requiere altas dosis de responsabilidad.  Pero no es cómoda. No confíen en un político que pretende arreglarle sus problemas, esto los arregla usted. Y así podrá exigir lo que usted quiere. De lo contrario, su vida parece más fácil pero es menos libre.