Después de más de una semana de polémica en torno al contenido de productos cancerígenos en las aguas que se emplean para el baldeo de las calles y que procede de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, resulta que todo ha sido una polémica artificial, derivada de un error de cálculo en el laboratorio al que el Comité de Empresa de TRACE había enviado la muestra recogida en la Estación Depuradora de Aguas Residuales. Este medio de comunicación ha podido conocer que los análisis que pactaron entre la Ciudad Autónoma y Comisiones Obreras a los pocos días, donde cada uno realizó su propia toma y lo envió al laboratorio que deseó, han resultado negativos y por tanto se descarta que ese agua contenga una gran concentración de formaldehídos más de doscientas veces superior a los índices permitidos.
En el caso de la Ciudad Autónoma, la muestra de agua se envió al laboratorio que normalmente trabaja con Acemsa, mientras que Comisiones Obreras eligió otro distinto, sin que hasta este momento se haya conocido su nombre.
Este anuncio se iba a realizar en una rueda de prensa que se convocó, en un principio, a las cinco y cuarto de la tarde de ayer en la sala de prensa del Palacio autonómico y donde iba a comparecer el gerente de la sociedad municipal Acemsa, Juan Manuel Sánchez, el cual iba a estar acompañado por el consejero de Medio Ambiente, Equipamientos Urbanos y Barriadas, Gregorio García Castañeda.
Sin embargo, se desconvocó sesenta minutos después, dado que se ha preferido dejarlo para la jornada de hoy, donde la comparecencia ante los medios de comunicación será conjunta con el Comité de Empresa de la concesionaria de limpieza, TRACE.
Toda la polémica nace el pasado lunes día veintiuno, cuando los medios de comunicación reciben un comunicado de Comisiones Obreras, donde se comunica que por parte del Comité de Empresa se encargó un análisis de ese agua a un laboratorio independiente y se denuncia la presencia de un producto denominado formaldehído, el cual es considerado como cancerígeno, en una gran concentración de más de doscientos veces superior a los índices permitidos.
En el mismo comunicado Comisiones anuncia que había presentado denuncia ante la Inspección de Trabajo para que procediera a verificar los hechos relatados para que se actuara según lo previsto en la normativa reguladora de prevención de riesgos laborales.
Igualmente, los otros dos sindicatos del Comité de Empresa de TRACE, es decir, la Unión General de Trabajadores y CSI-F emitieron una nota donde se quejaban de que por parte de Comisiones Obreras se había intentado, para cualquier fórmula, el apuntarse un tanto cuando resultaba que todas las decisiones se habían tomado por parte de la totalidad de los res
Además exigían a la Ciudad que paralizaran esa actividad “porque suponía un grave riesgo no sólo para la salud de los trabajadores afectados sino para todos los ciudadanos, ya que la evaporación de las aguas compromete la calidad de vida de todas las personas que transitan por nuestras calles”.
Terminaban señalado que este tema era una prueba más de la grave negligencia del Gobierno y la “permisividad con esta actividad peligrosa “y un síntoma más de la incapacidad reiteradamente demostrada para gestionar los servicios públicos de interés general”.
Ante estos datos, el propio Gobierno de la Ciudad, aunque reiteró que sus análisis reiterados del agua de la EDAR que se utilizaba para el baldeo de las calles eran completamente normales, ordenó paralizar la toma desde la Estación Depuradora y ordenó a TRACE que cargara sus cubas en el punto situado en el Arroyo de las Bombas.
Unas horas después del anuncio de Comisiones, la Ciudad reiteró que desconocía no solamente el laboratorio donde se había realizado el análisis del Comité de Empresa de TRACE, sino “quien, como, cuándo y dónde se ha realizado la toma de muestras. De entrada, para evitar la contaminación de la misma, la toma debería haberse efectuado en la EDAR y la Ciudad no tiene conocimiento de que esta circunstancia se haya producido”.
Se quejaba el Gobierno autonómico en una nota de prensa de que el sindicato tampoco le había aportado el estudio, con lo cual no había podido valorar los resultados.
Además, Acemsa había invitado en reiteradas ocasiones a los sindicatos a que conocieran las instalaciones de la EDAR y a realizar esa prueba, “pero siempre han declinado la invitación y se lamenta el alarmismo generado por Comisiones, así como por el hecho de que se haya tenido que enterar por los medios de comunicación del análisis que dice haber realizado”.
Esa comparecencia conjunta que se prevé para hoy de Acemsa con el Comité de Empresa de TRACE pretende no levantar ampollas de acusaciones mutuas, en uno y otro sentido y dar una muestra de responsabilidad por parte de ambas partes, poniendo punto y final a la polémica que se inició hace unos diez días aproximadamente.
CCOO señala que hay trabajadores afectados por este producto Cuando Comisiones Obreras envía a los medios de comunicación su nota de prensa en relación con la presencia en dosis elevado de este producto químico señala textualmente que: “los trabajadores dedicados a esta tarea vienen quejándose reiteradamente de irritación ocular, del tracto respiratorio, y de la piel, síntoma que indudablemente se corresponden con la exposición de este agente químico”. Asimismo señalaban que los empleados de la compañía realizaban las funciones de baldeo sin la utilización de los equipos de protección individual previstos en la normativa de Seguridad e Higiene en el Trabajo que serían equipos de protección respiratoria, incluyendo filtros del tipo BP3, así como guantes, delantales y máscara facial. Incluso cuando daban los datos, basados en el informe que les enviaban desde el laboratorio que escogieron para la realización de las pruebas, manifestaban que la concentración de formaldehídos era de más de doscientas veces superior a los índices permitidos que están en 66 ppm, cuando los valores de referencia están entre 0,3 y 0,37 respectivamente. Habrá que esperar ahora un nuevo comunicado de la central sindical, señalando algún tipo de opinión sobre todo lo que ha ocurrido con los nuevos análisis.
La Ciudad tenía análisis con anterioridad que ya le daban la razón En el comunicado que la Ciudad Autónoma envió a los medios tras conocer la denuncia de Comisiones Obreras ya indicaba que los análisis de agua de la EDAR que realiza la empresa pública Acemsa en los laboratorios externos en ningún caso habían arrojado datos similares a los que había ofrecido la central sindical y que además cumplían estrictamente con todos los parámetros establecidos en la legislación aplicable, el Real Decreto 1620/2007 por el que se establece el régimen jurídico de reutilización de aguas depuradas. Y en relación con el propio producto químico, los formaldehídos, los mismos no aparecen en los listados de sustancias peligrosas a los que hace referencia el anterior Real Decreto, ni en la llamada Lista I de sustancias nocivas o peligrosas contenidas en los vertidos de aguas residuales, ni en la Lista II preferente que fija objetivos de calidad para determinadas sustancias contaminantes, ni en la Lista II prioritaria de sustancias reguladas. Por tanto, los nuevos análisis que se han conocido ahora y que echan por tierra el anterior vienen a confirmar todos los controles que desde Acemsa se realizan en torno a las aguas depuradas que salen de la Estación Depuradora de Aguas Residuales.
Carreira y Caballas tuvieron un enfrentamiento durante el fin de semana El portavoz del Gobierno autonómico y consejero de Hacienda, Economía y Recursos Humanos, Emilio Carreira, aprovechó su comparecencia del pasado viernes al finalizar el Consejo de Gobierno, para señalar que toda la polémica sobre la EDAR que se había montado por parte de Caballas respondía a problemas internos dentro de la formación. Incluso dijo que tanto Alí como Aróstegui habían acudido a la toma de la muestra para los análisis. Veinticuatro horas después, desde Caballas se envía un comunicado donde se acusa al portavoz del Gobierno que querer complicar las relaciones políticas dentro de la propia Asamblea. Señalaron que acusar a los diputados de Caballas de “tomar las muestras de agua de la EDAR sólo se puede entender como fruto de una 'enajenación mental que esperemos sea transitoria”. Entendían que “con estas infamantes declaraciones el Gobierno de Ceuta falta al respeto al Comité de Empresa de TRACE (integrado por CSI.F, UGT y CCOO, por orden de representatividad), falta a la verdad, burlándose conscientemente de los ciudadanos e incurre en una flagrante contradicción que le descalifica”.
Gobierno y Caballas mantuvieron una pugna El mismo día en que se conoció la nota de prensa de Comisiones Obreras, el primer partido de la oposición envió un comunicado a los medios donde indicaban que la denuncia hecha pública por el Comité de Empresa de TRACE sobre la presencia de partículas cancerígenas en el agua procedente de la EDAR que se utiliza para baldear las calles es de una enorme gravedad. Alegaron que “baldear las calles con agua que contiene productos cancerígenos en elevadas proporciones supone un alto riesgo para la salud de los trabajadores y en menor medida, pero también considerable, para la población en general”.
Exigió al Gobierno de la Ciudad que diera orden de paralizar inmediatamente el baldeo con agua de la EDAR y que adoptara con urgencia las medidas pertinentes para ratificar, en su caso, el informe aportado por el Comité de Empresa. Por último, alegaron que de confirmarse plenamente la denuncia Caballas exigirá responsabilidades a quienes han permitido que se produzca este hecho.
Mientras, al día siguiente, el Gobierno en un comunicado acusó a Caballas de intentar obtener rédito político del hecho denunciado por el sindicato tras pedir que se dejarse de usar agua de la EDAR “después de que Acemsa le comunicara telefónicamente la decisión de reabrir el punto de Arroyo de las Bombas”.
Ahora habrá que esperar tanto la reacción de unos y de otros cuando tengan que opinar tras conocerse esta noticia que demuestra que toda la polémica que se ha levantado venía como consecuencia de un error de los laboratorios a donde el Comité de Empresa de TRACE había enviado las muestras.