Algo más de mil porteadores durmieron en Ceuta al no poder sacar bultos; les cobran 5 euros por alojarlos
En torno al submundo del Tarajal se crean negocios que van amoldándose a la realidad. La nueva organización nacida al abrigo del ‘Tarajal II’ provocó la erradicación de la amplia mayoría de los plantos pero no la pérdida de los negocios irregulares que crecen al mismo tiempo que el caótico comercio de los bultos. El pasado miércoles algo más de mil porteadores no pudieron pasar sus bultos por los arcos, se les impidió cruzarlos por el Tarajal, viéndose obligados a devolver la mercancía y regresar de vacío a Marruecos o quedarse a dormir en la ciudad. Optaron por lo segundo, alimentando los negocios paralelos que se hacen fuertes en torno al polígono. “Les cobran cinco euros por cabeza”, asegura una fuente policial. Cinco euros que paga cada uno de los camalos que dormirá dentro de consignas o en garajes de viviendas próximas. Personas que pernoctan sin poder hacerlo y que pagan un dinero que cobran otras personas de forma irregular. El efecto de lo sucedido se vio de forma explícita a primera hora de ayer.
“Los polígonos amanecieron repletos de personas sin que todavía hubieran entrado los porteadores. Eran los que se habían quedado a dormir aquí sacando los bultos de las consignas o garajes y soportales que funcionan como tal”, añade la misma fuente.
A esta picaresca se suma otra: la entrada de porteadores por la frontera, cuando se supone que debían ser canalizados por la vía abierta por Marruecos en el nacimiento del nuevo paso. ¿Cómo lo hacen? Muchas mujeres acceden a la ciudad con ‘pase de gracia’, diciendo que vienen a trabajar en las casas cuando la realidad es que vienen a ejercer el porteo. La Policía marroquí no está haciendo filtro alguno, lo que ha provocado varias avalanchas esta semana porque los trabajadores transfronterizos con seguro se mezclan con estas personas que cruzan como si no fueran a portear. “Está fallando el control que debía existir ahí”, denuncian en el polígono.
A esto se añade el efecto llamada que está causando la llegada de trabajadores del norte de Marruecos que nunca habían ejercido el porteo hasta la fecha. El resultado es el que están mostrando los vídeos de FAROTV: avalanchas, caídas, masificación y mucha temeridad.
Los partidos de la oposición no han tardado en denunciar lo que está pasando. El concejal Juan Luis Aróstegui ha acusado al delegado del Gobierno de ser el responsable de todo lo que está ocurriendo. A su juicio atender la problemática del Tarajal exige, “primero, decidir si queremos aplicar la legislación de forma rigurosa y, por tanto, cerrar los polígonos, o si el coste diplomático, político, laboral y económico de tal decisión es inaceptable y, por tanto, asumir su gestión con comprensión y visión amplia”, expuso.
“La Ciudad no puede desentenderse de una zona clave para Ceuta porque no sería responsable y por tanto, además de habilitar zonas de descanso y regular el tráfico, la Policía Local, la Administración, debe también prestar auxilio y apoyar a quien corresponda en la gestión del control de flujos de porteadores”, argumentó. Las limitaciones a ese papel serían, según su criterio, “no sustituir a nadie ni asumir lo que no le corresponda. La Delegación del Gobierno tiene la obligación de mantener una dotación de la Policía Nacional suficiente en el Tarajal con independencia de su coste, como en cualquier partido de fútbol de alto riesgo, y no por generosidad sino porque está obligada a hacerlo con garantía de éxito. Lo que es irresponsable y aboca a una tragedia tarde o temprano es pretender que los agentes de la UIR, con tres porras, controlen a 10.000 personas”.
Por su parte el PSOE ha denunciado que el tamaño de los bultos no se está respetando. El secretario de Política Autonómica, Gonzalo Sanz, ha denunciado que “el control del tamaño de bultos se incumple desde el primer día”. “Poco ha durado el control del volumen y peso de los fardos de las porteadoras. Las imágenes atestiguan cómo los filtros en forma de estructuras metálicas son obviados por completo; el resultado es que ni las estructuras metálicas, ni los anuncios oficiales por parte de la Ciudad Autónoma han servido para nada ante la incapacidad de Gobiernos central y local para controlar una frontera donde reina el caos”, expuso.
“En solo tres días, ya ha habido varios heridos, tanto policías como porteadores; una situación que está fuera de control porque Ciudad y Delegación juegan a experimentar sin el más mínimo rigor”.