Los monos de San Amaro permanecerán 12 semanas en periodo de adaptación

Salieron de Ceuta a las 12 del mediodía y de madrugada llegaron a su nuevo hogar, la reserva natural ‘AAP Primadomus’ en Alicante.

Un largo viaje de nueve horas para los cinco monos de la especie macaca sylvanus, que eran trasladados desde San Amaro hasta este parque natural. “Llegaron muy bien, despiertos y tranquilos y se les instaló en una zona de primera atención donde se observará su comportamiento y si se encuentran bien físicamente”, apunta la responsable del Departamento de Cuidado Animal, Olga Bellón. Ahora quedan por delante entre 9 y 12 semanas de observación y adaptación, en las que, además de las pertinentes pruebas médicas, se estudiará su comportamiento, de cara a su ubicación definitiva en la reserva. “En principio tenemos que conocer la cohesión del grupo y su nivel de sociabilidad para saber si pueden convivir con otros congéneres o no”. Una vez constatado el grado de sociabilidad, los animales se trasladarán a un recinto mayor, de más de 1.000 metros cuadrados con estructuras y plataformas adecuadas. “Necesitan espacio para trepar y correr, además tienen que recuperar su musculatura que, en muchas ocasiones, han perdido al vivir en espacios reducidos”. Su adaptación a esta nueva vida junto a otros congéneres suele ser complicada ya que, dado que la gran mayoría de estos macacos se han criado en hogares humanos desde edades muy tempranas, ello les ha llevado a perder sus habilidades sociales y a no poder convivir con otros de su misma especie. “Los monos son capturados de bebés y al estar privados de las figuras paterna y materna no tienen un comportamiento aprendido, no son capaces de vivir en grupo ni saben cómo deben comportarse”, explica Bellón. La recuperación de sus habilidades, y más a edades adultas, es complicada, aunque la primera impresión desde la reserva natural es la de un “grupo tranquilo, que no responde a la agresividad que pensábamos que tenían. Lo que sufren es de estrés debido a las condiciones en las que vivían en el parque”. Sólo el tiempo dirá si estos animales podrán ser reintegrados con otros de su misma especie o, por el contrario, permanecer en un recinto adecuado como un pequeño grupo independiente del resto.

Esta especie  desciende a un ritmo alarmante

El macaca sylvanus ha sufrido un alarmante descenso de su población en los últimos cuarenta años. Si en la década de los 70 la población mundial se situaba en 22.000 ejemplares, en la actualidad la cifra ronda únicamente los 5.000. Oriundos de Argelia y el norte de África, las causas de este descenso se debe, en un alto porcentaje, al tráfico ilegal de este animal, principalmente desde Marruecos. “Es necesario que los gobiernos se conciencien de la necesidad de poner en marcha políticas efectivas de conservación de esta especie. Pero los ciudadanos en Europa, lugar donde se adquieren estos macacos, también tienen que ser conscientes de que no son animales domésticos. Son salvajes y cuando llegan a una edad adulta los terminan abandonando”, apostilla Bellón. Desde ‘AAP Primadomus’ hacen un llamamiento para preservar esta especie de alto valor conservacionista y que puede llegar a extinguirse de no adoptar medidas urgentes a la mayor brevedad posible.