Los MENA estarán viviendo en Hadú en el mes de mayo según la previsión

La Ciudad promete incrementar la seguridad en la zona de manera inmediata · El fiscal levanta el requerimiento bajo el compromiso de ir informándole paso a paso de los avances

Ha costado trabajo, muchos quebraderos de cabeza, reuniones interminables, peticiones inviables y por fin una factible que se ha convertido en la única salida ante una orden de fiscalía clara y concisa. “Lo que más me interesa reseñar es que hemos optado por esta opción por obligación. La que realmente queríamos era la de construir un centro de menores nuevo ya que era necesario hacer una inversión económica pasara lo que pasara”, apunta la consejera de Menores, Susana Román, una vez despejada la duda del lugar en el que vivirán los menores del el próximo mes de mayo si todo sale según lo previsto.  “El fiscal nos ha levantado el requerimiento bajo el compromiso de ir informándole paso por paso de todos los avances que se irán llevando a cabo y así lo haremos”, apuntó Román explicando que en este preciso momento se está terminando de redactar el proyecto de remodelación del nuevo edificio y posteriormente se pasará a efectuar la contratación de los trabajos por la vía de urgencia. “Eso supondrá que en un plazo de un mes o mes y medio contemos con la adjudicación y ya posteriormente se cumplirán los plazos de ejecución que según hemos previsto será finalmente en el mes de mayo cuando los menores se trasladen hasta el nuevo albergue”.

Hasta entonces, se iniciará una ronda de reuniones con los vecinos y con los trabajadores a través de sus representantes sindicales para que aporten todo lo que sea necesario y contar con su colaboración para “conseguir normalizar, reorganizar el traslado para que ya a finales de año todo marche con total normalidad y sin mayores complicaciones”. Asegura que “habrá tiempo suficiente para llevar a cabo una adaptación”  y que lejos de encontrarse “actitudes muy puntuales, la mayoría de los niños están escolarizados, normalizados e integrados y aquí no se puede hablar de rédito político. Es la legislación y no podemos mandarlos a Marruecos como se está escuchando”. Román habló de todo, de las acusaciones de llevar a cabo una política de guetos también: “No  es así y trabajamos para que todos estemos integrados en una sociedad moderna. Entiendo que los vecinos tengan miedo porque las circunstancias económicas de esa zona sean adversas y puedan salir perjudicados pero vamos a estar super atentos a sus quejas y les pondremos solución”.
Así han quedado las cosas después de muchos meses de elucubraciones y quebraderos de cabeza donde se han ido cerrando puertas: Defensa necesitaba sus instalaciones para preparar las tropas del Líbano, con el Ingesa y Cruz Roja la Ciudad se hubiera sumergido en conversaciones y negociaciones demasiados extensas, la Vicaría está echando una mano en todo lo que puede y no da a basto y la Residencia de la Juventud tiene capacidad para unas 40 personas “y estamos hablando, a fecha de hoy, de 175 menores”, informó Román dejando claro que “hemos hecho todo lo posible”.

“Habrá de forma inmediata más presencia policial”

Con datos basados en informes policiales, la Ciudad asegura que “apenas un diez por ciento de estos menores delinquen, incluso por debajo de la media juvenil. A pesar de todo y por el temor que todo esto pueda generar en los vecinos, vamos a pedir presencia policial de manera inmediata en la barriada, no esperaremos ni siquiera al mes de mayo cuando se produzca el traslado”, aseguró Susana Román, comprensiva con el descontento de un vecindario que teme que la zona se convierta en “más marginal de lo que ya es”. Sobre la acusación de llevar a cabo una política de guetos, Román negó los hechos e insistió en el trabajo siempre apuntando a una integración de los menores hacia una “sociedad moderna”. Román promete estar “muy cerca de los vecinos porque a ellos nos debemos”.

“No hemos mentido a los  vecinos. No hubo opción”

Entienden las reticencias sobre el traslado y la Ciudad se reunirá con ellos la próxima semana para “aunar posturas”
“No se ha engañado a nadie. Los vecinos nos hicieron recapacitar y si es cierto que iba a costar dinero cambiar el uso del nuevo edificio, reservarlo mejor para un centro nuevo, un proyecto que ya me había encontrado cuando llegué al despacho con su estudio de viabilidad incluido y bastante detallado. Pero no hay tiempo ni dinero suficiente, aunque esperemos que más adelante consigamos recuperarlo y sacarlo del cajón, pero no les hemos mentido porque no hubo otra opción posible”.
Román asegura que se va a estar muy cerca de los vecinos “como siempre hemos intentado estar porque yo me debo a ellos y garantizo que atenderemos todas sus inquietudes, temores y dudas acerca del traslado e incluso les invitaremos a que visiten el centro y aporten sus ideas sobre incrementar la seguridad en el mismo o similar”. El traslado aún no es definitivo pese a invertir en la remodelación unos 300.000 euros porque las previsiones del equipo de Gobierno son que “a finales de la legislatura podamos intentar sacar adelante el nuevo centro a través de fórmulas presupuestarias compartidas con financiación que provenga de diferentes fuentes”. Aún así, la Ciudad garantiza que “ahora no son los tiempos idóneos para esa gran inversión” que llegaría a los dos millones de euros aproximadamente, pero que esperan que a finales de año, cuando ya esté reorganizado y normalizada la nueva ubicación de los MENA, no exista ninguna complicación y se siga trabajando en un centro específico para los menores.
Por el momento, la Ciudad ha previsto reunirse con los vecinos a partir de la próxima semana tras el pleno y el viaje a Madrid, para “lograr aunar posturas” de la mano también de la consejera de Asuntos Sociales “pues afecta a su parcela no poder contar con este equipamiento, muy demandado también por la ciudadanía”.