La mayor facilidad de acceso a las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, unida a los factores anteriores, hace que la búsqueda de Información de Salud (IS) en Internet sea un fenómeno creciente. Este aumento de la búsqueda de IS en Internet tiene ventajas indudables para los usuarios, pero también riesgos debidos a la posible mala calidad de la información, fraudes y falta de respeto a la intimidad de las personas u otros derechos de los usuarios. “El problema que surge es el de siempre. Ahora se les llama cibercuranderos”, explicó Enrique Roviralta, especialista en Otorrinolaringología del Ingesa y coordinador de un curso sobre la medicina basada en la evidencia científica en la Internet.
Dos personas de cada diez aseguran llevar a cabo autodiagnósticos por medio de la Red, informó Roviralta, lo que consideró un asunto para tener en cuenta. “Este tipo de pacientes pueden haber accedido a portales web no homologados y estar recibiendo por tanto una información no solo inexacta sino posiblemente también interesada. Esto genera en el paciente ansiedad, confusión y recelo. Y lo que está en juego es la salud de la población”, apostilló Roviralta, que no negó tampoco las vías que pueden abrirse en la calidad asistencial a través de un uso adecuado y dirigido de las nuevas tecnologías: no pasará mucho tiempo hasta que se establezcan las consultas virtuales o el seguimiento teledirigido de tratamientos.
La mayor facilidad de acceso a las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, unida a los factores anteriores, hace que la búsqueda de Información de Salud (IS) en Internet sea un fenómeno creciente. Este aumento de la búsqueda de IS en Internet tiene ventajas indudables para los usuarios, pero también riesgos debidos a la posible mala calidad de la información, fraudes y falta de respeto a la intimidad de las personas u otros derechos de los usuarios. “El problema que surge es el de siempre. Ahora se les llama cibercuranderos”, explicó Enrique Roviralta, especialista en Otorrinolaringología del Ingesa y coordinador de un curso sobre la medicina basada en la evidencia científica en la Internet.Dos personas de cada diez aseguran llevar a cabo autodiagnósticos por medio de la Red, informó Roviralta, lo que consideró un asunto para tener en cuenta. “Este tipo de pacientes pueden haber accedido a portales web no homologados y estar recibiendo por tanto una información no solo inexacta sino posiblemente también interesada. Esto genera en el paciente ansiedad, confusión y recelo. Y lo que está en juego es la salud de la población”, apostilló Roviralta, que no negó tampoco las vías que pueden abrirse en la calidad asistencial a través de un uso adecuado y dirigido de las nuevas tecnologías: no pasará mucho tiempo hasta que se establezcan las consultas virtuales o el seguimiento teledirigido de tratamientos.