Los maestros de madrid, finlandia y el senador altava

Aunque aparentemente el título de esta colaboración aparenta tres temas inconexos entre sí, no lo son tanto. Como si de un cesto de cerezas se tratase, al coger una de ellas inevitablemente ésta trae a otra detrás, y ésta a otra, y otra…. Ha sido noticia escandalosa el resultado de las pruebas a las que han sido sometidos los maestros de la Comunidad de Madrid para optar a las plazas de interinos. Más del 80% suspendió el examen de conocimientos generales. O lo que es lo mismo, más del 80% no tenían  los conocimientos propios de los alumnos a los que van a dar clase. Independientemente de que, por lo que ha trascendido, muchas respuestas eran merecedoras de formar parte de alguna “antología del disparate”, sorprende la decisión tomada por la consejería de educación de Madrid: cambiar los criterios de baremación, y que puntúen más los conocimientos que la experiencia. Visto lo visto está bien, si no fuera porque en la próxima convocatoria lo más probable es que queden sin cubrir muchas plazas, toda vez que SÓLO EL 13% DE LOS OPOSITORES OBTUVIERON UN MÍSERO 5 DE NOTA. Los demás, suspendieron.
En cualquier caso sorprende que la Consejera de Educación de la Comunidad de Madrid no le haya pedido una reunión urgente  al ministro Wert, de su mismo partido, para comunicarle lo que en todos los ámbitos se ha calificado como de “verdadero escándalo”, y que sin duda es una muestra de lo que está sucediendo a nivel del Estado.  
Quizás lo haya hecho, o quizás el ministro se ha enterado por los periódicos. En cualquier caso, si no queremos continuar siendo el hazmerreir de propios y extraños, más les valdría a nuestras autoridades educativas que dejaran de mirar para otro lado y copiaran el modelo educativo de Finlandia.
Finlandia encabeza el ranking en cuanto a rendimiento de sus escolares, siendo éstos los que mejor preparados salen de la escuela, y no es por casualidad, sino gracias a una política educativa diseñada para ello.
Además de otras cosas, nos diferencian de ese país dos cuestiones fundamentales. La primera es que los estudios de MAGISTERIO son los que más alta puntuación requieren a la hora de matricularse. O, lo que es lo mismo, solo pueden estudiar esa carrera los mejores. Ahora se entiende que los escolares finlandeses sean los mejores:
Es que sus maestros también son los mejores. La segunda diferencia con España, es que en Finlandia la educación es competencia del Estado, y es éste el que marca los programas y temarios, y el que ha decidido que las matemáticas y la filosofía, por ejemplo, tengan el peso específico que merecen. Aquí en España, con 17 más 2 programas educativos, nos parecemos más al ejército de Pancho Villa.
Mientras no se devuelvan al Estado las competencias en materia educativa y los programas los diseñen los mejores profesionales para formar a los mejores alumnos, dejando al margen la política, nuestros escolares seguirán en el furgón de cola.
Y si les pica a los independentistas, que se rasquen. Uno de los pilares sobre los que se sustenta el programa de gobierno de Unión Progreso y Democracia (UPyD) es la devolución de determinadas competencias al Estado. La Sanidad y la Educación son las primeras, por haberse demostrado el modelo actual profundamente insolidario.
La tercera es la Justicia por haberse demostrado manifiestamente ineficiente.
En la reciente visita del senador Altava, portavoz de Justicia del Partido Popular en el Senado (o sea, que en temas de Justicia debe de saber lo que dice) ha manifestado públicamente que “la Constitución establece que la Administración de Justicia corresponde al Estado, pero que determinadas autonomías tienen transferidas competencias en esta materia”.
Ha venido a manifestar que nueve sistemas procesales en España solo han llevado a un desconcierto general en el ámbito judicial, con resultado de una manifiesta ineficiencia.
Dicho lo cual, “es intención del Ministerio que encabeza Ruiz Gallardón solucionar este problema unificando la Justicia”.
Quizás, como sucede con las cerezas, la unificación de la Justicia y su devolución al Estado arrastre a otras competencias que se han mostrado igual de ineficientes o más en manos de los gobiernos autonómicos.
Según lo manifestado por el Senador Altava, tanto el Ministro de Justicia como él mismo coinciden con los postulados programáticos que defiende Unión Progreso y Democracia desde su fundación.
A lo mejor ambos forman parte de esa legión de ciudadanos que  son de este partido, pero que aún no lo saben...