“Los líderes europeos eran antes capaces de dar soluciones”

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El exdiputado comunitario valora la actualidad política nacional y de la UE

Con las elecciones a la vuelta del mes, la actualidad política gira en torno a la evaluación de la legislatura recién concluida y en pronosticar soluciones para ese probable futuro. En las estadísticas, el PP no suena, sino atruena, como vencedor de los comicios. A Miguel Arias Cañete, por su parte, le adjudican carteras ministeriales en Defensa y en Exteriores, extremo que él niega con prudencia. Ahora dirige el comité electoral del partido, encargado de designar a los próximos candidatos al Congreso y Senado.

–¿Qué hay de los candidatos de Ceuta?
–No hemos tocado asuntos electorales. Pero Ceuta no es territorio conflictivo. Los parlamentarios ceutíes han trabajado muy bien en la anterior legislatura.

–Hablando de la legislatura, ¿hágame una valoración?
–Ha sido dramática en el ámbito económico. Se ha ahorrado el diagnóstico, no se han puesto en marcha las medidas correctoras y se agravado la situación económica hasta límites insospechados. Los cinco millones de parados con el que hemos acabado la legislatura es una fotografía trágica. Decepcionante.

–El PP habría actuado de modo diferente, se entiende.
–Hay que acometer unas políticas de austeridad en el gasto público urgentes y rigurosas, lo cual no implica necesariamente recortes sociales. Habrá que gestionar bien, sin duplicidades en las administraciones, y hacerlo con mayor eficacia. Son necesarias reformas estructurales potentes en todos los ámbitos de la vida político-económica, desde las relaciones laborales a la mejora de la formación profesional.  

–La deuda de los ayuntamientos está disparada.
–Eso es otra cosa que debería haberse hecho en estos ochos años. Poner en orden la financiación municipal y hacer esa ley de haciendas locales que no se ha hecho y que tiene asfixiado a los ayuntamientos. En definitiva, concluir el proceso de modernización de la sociedad española y mejorar el sistema educativo para que no tengamos el actual abandono escolar y unos jóvenes preparados que sean fácilmente colocados.

–Además de estar educados, parece que los jóvenes necesitan más estímulos.
–Hay que apoyar a los empresarios. El empleo no lo generan las Administraciones públicas sino los autónomos y los pequeños y medianos empresarios. Debe haber un flujo del crédito y que desaparezcan las trabas burocráticas. Una reforma fiscal potente serviría para reducir los impuestos a pymes y garantizar que las sociedades que reinvierten tengan menor cotización. Finalmente vamos a sanear el sistema financiero para que el crédito no financie las deudas de las CCAA, del Estado y de las cuentas públicas, sino a los dinamizadores del tejido productivo.

–Habla usted de la deuda. ¿Qué tiene que decir de la reforma de la Constitución aprobada con el fin de fijar un tope de gasto público? Parece que se ha hecho mirando de reojo a los mercados.
–El PP lleva tiempo defendiendo que había que tener una ley de estabilidad presupuestaria, que el Gobierno derogó. Era importante. Por eso felicito al PSOE que finalmente rectificó para que saliera adelante.

–Pero los mercados siguen estando ahí. ¿Qué opinión le sugiere las declaraciones del agente financiero en la televisión pública británica asegurando que Goldman Sachs –un banco estadounidense– manda más que los Estados?
–En un mundo globalizado los mercados son importantes, pero los Gobiernos toman muchas decisiones políticas y tienen capacidad para enfrentarse a las situaciones de crisis económicas que se producen. Lo que hace falta es que los Gobiernos de la UE actúen solidaria y conjuntamente a nivel global, dentro del G-20, y que los países emergentes también colaboren en la solución de las crisis financieras.

–Pero no parece haber soluciones tras las sucesivas reuniones y cumbres internacionales, ¿quiere decir que, en efecto, los mercados mandan más que los Gobiernos?
–Lo que nos está enseñando la globalización es que para solucionar la crisis hay que actuar simultáneamente con una buena coordinación, todos los organismos económicos internacionales y los Gobiernos de las potencias más importantes. Pero decir que un banco de finanzas manda más que todos los Gobiernos no deja de ser una exageración notable. Los bancos son importantes, pero lo que es fundamental es que los Gobiernos sean capaces de dar una respuesta común y firme.

–Y la evidencia dicta que los Gobiernos no están siendo capaces.
–A veces la UE tarda un poco en coordinarse. Yo he vivido épocas de eurodiputado en las que había una Comisión europea más potente. Y grandes líderes europeos, como Thatcher, Miterrand o Khol, capaces de dar soluciones. Quizá vivamos un época más complicada, en la que es más difícil la toma de decisiones. Pero no puede decirse que un banco mande más que un Gobierno, por muy importante que sea, por muy americano que sea. La prueba es que cuando Goldman Sachs tiene problemas es la Reserva Federal la que tiene que salir al frente.

–¿Seguiremos dependiendo de la construcción?
–Construir como hemos construido en España, con 750.000 viviendas levantadas al año, es quizá exagerado.  Pero la construcción es un sector importante para el PIB de una país. Lo ideal es gestionar bien unas 150.000 o 200.00 viviendas anuales. Y rehabilitar. Hay edificios muy antiguos en España.

–Seguirá habiendo una industria del ladrillo.
–Tendrá que haber actuaciones importantes en materia de vivienda. Es el caso de Ceuta mismo, donde habrá que hacer operaciones urbanísticas muy importantes, así como en el resto del territorio.

Continuismo en las políticas sobre inmigración
“Cuando hay una zona muy rica junto a una muy pobre, las tensiones son evidentes”. Miguel Arias Cañete reflexionó sobre la cuestión migratoria, esa presión que sufre Ceuta por parte de ciudadanos subsaharianos que buscan su edén particular. “Las relaciones de cooperación con los países africanos están funcionando para reducir notablemente las entradas, pero hay que seguir trabajando”, señaló para aportar una solución al fenómeno de la inmigración no regulada. No parece que vaya a variar la política migratoria en el caso de que el PP se aúpe a dirigir los designios del país.“Hay que seguir trabajando con los países de origen. Una cooperación al desarrollo con las que crear unas condiciones económicas que no haga de la emigración una consecuencia forzosa de la pobreza. Y para que ellos mismos sean quienes controlen los flujos migratorios desde sus fronteras”.