Durante todo el año pasado se ejecutó por orden del Juzgado de Menores un total de 61 medidas de internamiento en el Centro de Punta Blanca a 55 individuos con entre 14 y 18 años en distintos regímenes, el número más bajo de la última década, durante la que se marcó el máximo en los ejercicios 2012 y 2013 (80 y 84, respectivamente). Un 39,3% de las adoptadas lo fueron de internamiento en régimen cerrado (24) y el 60,6% restante, en semiabierto (37).
Los menores sometidos a medidas de internamiento en régimen cerrado están obligadas a residir en el centro y a desarrollar en su interior las actividades formativas, educativas, laborales y de ocio. Las 24 del año pasado son las mismas que en 2017 pero en 2014 llegaron a ser 31 las dictadas. El mínimo de la última década fue el de 2013 (14).
Cuando están sometidos a medidas de régimen semiabierto los menores pueden realizar “alguna” actividad de forma “condicionada a su evolución y al cumplimiento de los objetivos previstos”. El año pasado se impusieron 37, casi la mitad que en el año récord de 2012 (64), tres más que en 2017 (34), que marcó el mínimo de los últimos diez ejercicios, según las estadísticas oficiales a las que ha tenido acceso este periódico.
En 2018 no se impuso en Ceuta ninguna medida de internamiento en régimen abierto, marco en el que todas las actividades del proyecto educativo se realizan en los servicios normalizados del entorno. Tampoco hubo de internamiento de fin de semana, que llegaron a ser 11 y 13 en 2013 y 2012, respectivamente.
Con una amplísima mayoría de hombres (más del 90%) como protagonistas de los comportamientos delictivos sancionados, por nacionalidades 32 (el 52%) fueron menores de nacionalidad marroquí y 28 (45%), jóvenes españoles. También hubo una sanción judicial de internamiento para un menor de origen subsahariano.
El año pasado por primera vez durante la última década el número de internados extranjeros (33) fue superior al de nacionales (28) en la misma situación. De hecho, el volumen de estos últimos sometidos a internamiento ha caído exponencialmente desde 2010, cuando llegó a 61. El de extranjeros internados todavía fue superior también en 2016 (36), 2013 (35) y 2015 (34).
La mitad de los internamientos (31) lo fueron de menores procedentes del circuito de protección, 29 de jóvenes de ‘La Esperanza’ y dos de ‘Mediterráneo’.
Menores migrantes
Los delitos o faltas cometidos por los menores internados estuvieron ligados en su mayoría a robos en distintas modalidades (23, un 37,7% del total), incumplimientos de libertad vigilada (16, el 26,2%), lesiones (11,4%) y atentado (8,1%).
En el caso de los migrantes acogidos en ‘La Esperanza’ el reparto se repite casi miméticamente: robos (11, el 37%), lesiones (6, 20,6%) e incumplimientos de libertad vigilada (5, 17,2%).
Si se analiza la evolución histórica de cada tipo delictivo se puede apreciar que los internamientos por robos fueron la mitad que en 2013 (42) ó 2016 (39), topes de la última década. Los 16 incumplimientos de libertad vigilada también fueron menos que el año anterior (19) pero los siete de lesiones superaron los 5 de 2016 (en 2017 únicamente se registró uno) y marca un nuevo techo solo por debajo de 2015, cuando se contabilizó una decena.
En diez años únicamente se ha dado un internamiento por un delito de abusos sexuales (anotado en 2018) y otro por desobediencia a las autoridades que también data del ejercicio pasado.
Apuntes
Quebrantamiento: Ninguna fuga. Durante todo el año pasado solamente se registraron dos quebrantamientos de medidas en ‘Punta Blanca’, en ambos casos por situaciones de ‘no retorno de recurso o salida-permiso’ y ninguno por fugas. El ejercicio en el que se registraron más fue 2015 (8) seguido de 2014 (7) y 2010 (5).
Sexo: El 90%, varones. El 90% de las medidas de internamiento impuestas durante el año pasado a menores de edad en Ceuta lo fue sobre varones y únicamente seis (el 9,8%) con féminas como protagonistas. Se trata de porcentajes que apenas varían durante la serie histórica.
Edad: Los 16 y 17 años, críticos. Los internamientos se producen, sobre todo, a los 17 (27 en términos absolutos, sumando chicos y chicas, el año pasado) y a los 16 (21) años. Diez tuvieron lugar con jóvenes de 15 años y dos, a los 14.
Individuos: 61 medidas a 55 menores. Dado que en cuatro casos hubo reiteración de medidas, las 61 de internamiento impuestas lo fueron sobre 55 jóvenes distintos.
Recursos ordinarios de apoyo escolar, alfabetización, deporte, informática...
El Centro de Reforma de Punta Blanca oferta con carácter ordinario recursos internos de apoyo escolar en horario matutino para todos los internos y de refuerzo educativo en horario vespertino para los que van a clases regladas por las mañanas. Los internados en Fase I acudieron el año pasado a un taller de deporte y los que están en Fase II, a otro de mantenimiento de edificios.
También existe un taller de informática y otro de electrónica.
Puntualmente y durante todo el año pasado se impartieron programas conductuales y sobre técnicas de estudio, así como un cinefórum y un programa para el fomento del desarrollo socio-emocional en el Área Psicológica. En la Educativa se incidió en la alfabetización en español, en otro ciclo de cine sobre valores e inteligencia emocional. Se utilizaron los videojuegos “como estrategia didáctica” y se trabajó la resolución de conflictos y la estimulación cognitiva en proyectos activados sobre todo en verano y en periodos vacacionales.
Las claves
De 14 a 18: Medidas privativas de libertad. El Centro de Internamiento de Menores Infractores Punta Blanca está concebido para el cumplimiento de las medidas privativas de libertad que se imponen a los jóvenes con entre catorce y dieciocho años por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas.
Objetivo: Describe número. Sus objetivos generales están inspirados por el principio de que el menor internado “es sujeto de derecho y continúa formando para de la sociedad”. Se persigue “reducir al máximo los efectos negativos que el internamiento pueda representar par el menor o su familia”; “frenar temporalmente el proceso delictivo en el que está inmerso el menor”; y “favorecer el contacto con familiares y allegados y la participación de las entidades públicas y privadas en el proceso de integración social”.
Plazas: Seis zonas. El centro, con 24 años, dispone de seis zonas para la intervención con menores-jóvenes y un total de 24 plazas (sin contar estancias destinadas a contención, observación e internamientos cortos).
Disfrutad de lo votado...
El 28A la vida os da otra oportunidad.
Buenos datos, buena protección...sin duda el trabajo de los profesionales que abordan la prevención en el ámbito de la protección, tiene mucho que ver en esta disminución de menores con problemas de conducta disocial.
Enhorabuena
Me hago una pregunta: porque ahora cuando venga el Ramadán que se van a Marruecos todos no se les impide el regreso? No me contestéis , ya lo hago yo mismo. Porque hay mucha gente comiendo la sopa boba de ellos . Que país !!!.
Llevas toda la razón.
Pero muchos muchos y el resto cargando con las consecuencias