Si acaso dudaba cuál iba a ser su voto en las próximas elecciones, esta última semana ha tenido que ser decisiva. Los guardianes de la pureza proletaria se lo han puesto en bandeja: la reelección de Pedro Sánchez como líder del moribundo PSOE, la sanción al extremista Echenique por la inspección de Trabajo, y el nuevo atentado islamista en Manchester deberían haber sido muy clarificadores para tomar la futura, y no muy lejana se me antoja, decisión.
La reelección de Pedro Sánchez es un absurdo. Como en el PSOE sólo votan los que quedan - los moderados se han ido, o han sido expulsados, o marginados - han decidido contar de nuevo con el homicida político para reanimar al agónico socialismo español. En Ferraz nadie parece darse cuenta de que el voto de los empedernidos seguidores de la deriva ultraizquierdista del PSOE es insuficiente, menguante, y los coloca cuando menos de perdedores, cada vez con peores resultados, e incluso como tercera fuerza política. A la gente no le gustan las copias, para radicales, neocomunistas y totalitaristas ya existe Podemos.
La multa que Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha impuesto al líder de Podemos y aficionado a las algarabías nocturnas con jotas soeces, Echenique; nos muestra por enésima vez el verdadero rostro de esta formación fundamentalista. Le sancionan por tener trabajadores sin dar de alta en la Seguridad Social, pagando en negro salarios por debajo del mínimo profesional. Y esto lo hace una persona que ha sido acogida en España con la generosidad que nos caracteriza, beneficiándose de un sistema social y sanitario sin parangón. Él nos lo devuelve defraudando.
De remate son sus empeños en explicar lo inexplicable. De sus increíbles intentos de justificación podría deducirse que pagaba en negro, sin factura y por supuesto sin IVA. Estos jetas nunca tienen la culpa de nada, se estiman por seres superiores. Por supuesto, hasta la fecha no ha dimitido, y mucho me temo que esto va a seguir así. Para dimitir habría que tener pundonor, aunque tan sólo fuese político.
Y estos de Podemos son los que presentan una moción de censura que denominan ética: los del sancionado por Inspección de Trabajo, los del sancionado por la Universidad, el de la especulación con una VPO, el defraudador de Hacienda; y además quieren contar con el apoyo de los del 3%, y los de los EREs. ¿De qué ética hablan? ¿A qué regeneración se refieren?
Si fuera poco, tras el último atentado islamista en Manchester, me da la impresión que a la UE la lidera Bob Esponja. Siempre la misma cadena de inutilidades: atentado, testimonios, plegarias o velitas, reivindicación islamista, llamadas a no estigmatizar, culpar al capitalismo. Mientras tanto nuestros hijos sucumbiendo en un concierto por la metralla de la bomba que un hijo de satanás explosionó. Me encuentro abrumado por las miles de manifestaciones y medidas convocadas en toda Europa contra estas acciones por los casi 50 millones de musulmanes que son europeos o que viven con nosotros ¡ Ninguna !