La Asociación de Estanqueros de Ceuta ha puesto en conocimiento del delegado de Tabacalera en Ceuta, que es la suministradora oficial de tabacos, la entrada a pequeña escala “de momento” de tabaco de contrabando desde Marruecos y elaborado en el sudeste asiático.
Según ha explicado su presidente, Antonio Carrillo, los estanqueros han detectado también, como ya lo ha denunciado la AUGC, la venta en pequeños comercios y especialmente en zonas de la periferia, de tabaco “falsificado” que no pasa los preceptivos controles de las autoridades sanitarias .
Por el Tarajal
Se trata de cajetillas que entran en pequeñas cantidades por la frontera del Tarajal, escondido en el interior de los coches o en motocicletas y que llega directamente al consumidor sin supervisión sanitaria, de ahí que Carrillo alerte de los graves riesgos que tiene fumar este tipo de cigarrillos.
Se trata de un tabaco “de muy baja calidad”, explica el representante de los estanqueros, en cuya composición se encuentran desde excrementos de animales a una mayor concentración de metales pesados. Todo tabaco contiene plomo, cadmio y arsénico, pero en el chino hay una mayor concentración y son muy nocivos para la salud, porque muchos de ellos son sustancias carcinógenas, que aumentan el riesgo de formación de tumores, además de ser irritantes y afectar gravemente al aparato respiratorio.
Carrillo estima que en la península, especialmente en la Comunidad Valenciana, entre un 20 y un 25% del tabaco que se consumo procede del contrabando, un porcentaje todavía alejado de lo que vende en Ceuta, aunque aquí no se ha cuantificado.
Lamenta que se puede hacer “muy poco” contra quienes ponen a la venta este tabaco, que falsifica marcas muy conocidas especialmente las americanas de Malrboro o Winston, porque asegura que la ley no es especialmente punitiva en estos supuestos, que pueden ser denunciados como simples infracciones administrativas o como contrabando en función de la cantidad de tabaco decomisado, lo que provoca que las sanciones sean muy leves. Otra diferencia entre ambos productos, el legal y el de contrabando, es el menor precio del segundo, lo que lo hace más atractivo para los consumidores.
Marcas falsificadas y sin sello
Cabe recordar que en algunas ocasiones, el tabaco se distribuye sin haber satisfecho los necesarios impuestos especiales; mientras que en otras, se trata de productos elaborados sin la correspondiente licencia de fabricación y venta, comercializándolo posteriormente bajo etiquetado y empaquetado de marcas conocidas. Para ello, las mafias del contrabando utilizan empresas fraudulentas y titularidades no existentes. En este caso se trataría de falsificaciones, un delito que estaría tipificado de otra manera. En todo el año 2011 la Guardia Civil de Ceuta intervino 2.240 cajetillas de tabaco procedente de Marruecos, mientras que solo en enero de este año ya se han intervenido 1.200.