Los edictos del delegado

Leemos y seguimos las entrevistas del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, porque es el máximo responsable de la seguridad ciudadana en Ceuta y, como tal, sus declaraciones y pretensiones son dignas de seguir y valorar. No podemos ocultar nuestra satisfacción por la intención de meter mano donde otros hicieron oídos sordos o simplemente la dejación de sus responsabilidades los convirtieron en delegados o funcionarios irresponsables y nocivos para la ciudad.
No hemos sido ni seremos una organización dócil y cómoda para los delegados del Gobierno y los jefes de la Guardia Civil, porque hemos denunciado hechos evidentes que eran negados, porque como alguno nos dijo, “no era el momento idóneo para meter mano al problema”. Sin embargo, el momento idóneo para meter mano a un problema es cuando este nace y empieza a visualizarse socialmente, porque todo lo que no se corta crece y cuando los problemas crecen las soluciones siempre son más difíciles.
En la última entrevista del delegado del Gobierno al Faro de Ceuta, Francisco Antonio González, manifestaba que había unas 2.500 personas empadronadas en Ceuta de forma irregular. No tenemos ninguna duda de la veracidad de su afirmación, aunque podemos discrepar en el numero de censados. Es cierto que existen muchos inmigrantes marroquíes que después de perder su puesto de trabajo se han empadronado en Ceuta y se trasladan a vivir a Marruecos para después venir a nuestra ciudad para resolver los asuntos relacionados con su situación laboral o de residencia. La razón de esta situación no es otra que la vida en Marruecos es mucho más barata y con el paro que perciben en España en el vecino país viven desahogadamente. Una irregularidad que debemos erradicar por razones obvias.
Sin embargo, también existen otros residentes ficticios que perciben su sueldo como prejubilados, reserva o jubilados con alta renta que ponen su residencia en Ceuta para ahorrarse el IRPF y beneficiarse del 50% de retención en la declaración de la Renta. Son personas con rentas altas, pero con un bajo concepto del sentido de la Patria. Muchos de ellos han percibido y perciben su sueldo de los presupuestos del Estado. Son patriotas de boca, de banderas en balcones, de golpes de pecho, pero su lealtad acaba donde comienza su bolsillo. Estos también ponen su residencia en viviendas de amigos y aman Ceuta, pero sus casas se las compran en la península y acabado el carguillo su presencia física la ponen más allá del Estrecho, pero su residencia ficticia en esta noble y leal ciudad de Ceuta. Los leales amigos no saben que con dejar de empadronarse en su vivienda a estos “residentes ficticios”, provocará que algún día un gobierno acabe con un derecho que justamente disfrutamos muchos ceutíes y melillenses.
Lo manifestado por el delegado en El Faro de Ceuta no tiene que tener el valor que los antiguos “edictos perpetuos romanos” que servían de avisos o comunicados de las pretensiones del gobernador o pretor. Gayo decía en la antigua Roma que “Praetor ius facere non potest” (el pretor no puede hacer el derecho), pero en un Estado de Derecho como el español, el delegado si puede dar las instrucciones para que se investiguen determinados hechos delictivos que por evidentes deben ser investigados.
No hemos tenido la ocasión de entrevistarnos con el delegado del Gobierno para exponerle determinados aspectos de la seguridad ciudadana que deben abordarse por el bien de tod@s y otros escenarios que preocupan a los guardias civiles destinados en nuestra ciudad, porque son materias que ponen en peligro la seguridad física y jurídica de los guardias civiles y también la propia seguridad de los ciudadanos y detenidos. Como funcionarios de la seguridad pública estamos dispuestos a aceptar los riesgos que nuestra profesión lleva implícitos, pero nunca más allá de los que la legislación nos permite. 
Tomando nuevamente el derecho romano, me trae a la memoria los Edictos Repentinos o problemas que le surgían a los gobernantes durante su mandato y que no estaban recogidos en el edicto perpetuo, pero que al haber surgido de forma imprevista debían regular. Nosotros “AUGC” como organización estamos dispuestos a colaborar en mejorar la seguridad pública y ayudar con lealtad a los gobernantes como siempre hemos hecho. Sin embargo, los problemas que no se atajan van creciendo y llegado a su plenitud revientan por el lugar más débil “los guardias civiles y los ciudadanos de a pie”.
Solo recordar que denunciamos la dejadez en la investigación de las embarcaciones de alta velocidad y el trafico de drogas; la utilización fraudulenta de la condición de residentes de funcionarios y personas de alta renta; la utilización de los cajetines de residente para embarcar en los ferrys; el traslado de mujeres marroquíes embarazadas a Ceuta y otras muchos hechos que con el paso del tiempo nos dieron la razón.
El Faro de Ceuta y las hemerotecas son testigo de nuestras denuncias y nuestra visión acertada para intentar atajar determinados aspectos de la seguridad ciudadana en Ceuta.