El Medio Ambiente y la construcción no han sido muy a menudo bien avenidos y esa es una de las razones por las que los ecologistas de la ciudad están en contra de que ambas áreas se unan bajo una nueva consejería. “Se va a convertir en una merendola de negros y si no, tiempo al tiempo”, vaticina el portavoz de Los Verdes, Juan Redondo.
Septem Nostra camina con cautela por unas arenas que predice serán movedizas en más de una ocasión. “Medio Ambiente pierde peso y se integra en la Consejería de Fomento, algo que no es ni oportuno ni adecuado”, explica el presidente de la entidad, José Manuel Pérez Rivera, recordando que la parcela medioambiental defiende intereses que a menudo se deben postular en contra de proyectos amparados por Fomento, que ahora dará luz verde a estudios de impacto ambiental sobre los que tendrá ahora potestad para decidir sobre esos asuntos”.
No es de extrañar que sigan reivindicando una consejería propia “para asuntos tan importantes como lo son el medio ambiente” si temen que cada vez que se produzca un conflicto de intereses “sea Fomento el que termine tomando la decisión en función a sus intereses sobre los medioambientales”. Aún así, desde Septem Nostra esperan reunirse pronto con el titular del área, Guillermo Martínez, para platearle diferentes preocupaciones como pueden ser la continuidad del Plan de Acción de la Agenda 21 ya aprobado pero que aún no se ha puesto en marcha o la marcha del Plan de Gestión de Residuos. Otra de las preocupaciones es la de la recuperación del Consejo Sectorial de Medio Ambiente que desde que se instituyó “no se ha hecho nada más por darle continuidad”. Y sin duda uno de los puntos que más temen se contrapongan, es el del Plan General de Ordenación Urbana, en el que Verdes y Septem Nostra creen que primarán los intereses del área de Fomento sobre los de Medio Ambiente, cuya responsable ha pasado a ser Carolina Pérez en calidad de subdirectora de Medio Ambiente.
Balance del trabajo de Bel
Septem Nostra ha reconocido que ha sido la consejera saliente la que ha reconducido el Plan de Residuos impulsando además la Agenda 21 y el asociacionismo pero han echado de menos la continuidad de tantas buenas intenciones. En la pasada legislatura la lentitud en los avances ha sido la tónica predominante para los ecologistas, que siguen esperando una apuesta decidida por un área “clave para el desarrollo de la Ciudad, algo que aún no han sabido apreciar los que nos gobiernan”.