Una videoconferencia donde como protagonistas principales estaban el
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan
Vivas y por otro, la
delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. Junto a ellos, integrantes de sus respectivos equipos y como fondo de la conversación nuevamente el tema de los inmigrantes marroquíes que estaban
acogidos en el polideportivo de La Libertad. Este es un cuadro que se ha repetido en muchas ocasiones a lo largo de estos dos últimos meses. Quizás el tema más repetido entre la Plaza de África y la Plaza de los Reyes haya sido la continua exigencia por parte del Gobierno autonómico para que la Delegación del Gobierno se hiciera cargo de los inmigrantes y de los trabajadores
transfronterizos.
No es, desde luego, ninguna novedad porque se repetió hasta la saciedad por parte del portavoz del Gobierno autonómico, Alberto Gaitán, en las diferentes ruedas de prensa diarias que protagonizó y donde da cuenta de los números de ocupantes tanto en uno como en otro polideportivo. Y lo mismo sucede con el presidente de la Ciudad Autónoma en sus distintas comparecencias ante los medios de comunicación que se repiten con frencuencia.
Más o menos así está situado el cuadro, pero en una de las últimas reuniones se produjo un cambio. El presidente de la Ciudad Autónoma le indicó a la delegada que su intención era cerrar el polideportivo de ‘La Libertad’ como
alojamiento para los inmigrantes porque entendía que los que quedaran, después de las salidas hacia Marruecos, podrían ir perfectamente al CETI como centro especializado en nuestra ciudad para residencia de los inmigrantes en situación no regular. Hay que diferenciar a los transfronterizos de los recogidos en la zona portuaria.
Cara de sorpresa debieron poner tanto Vivas como los colaboradores que estaban a su vera cuando escucharon a la delegada del Gobierno decir que los marroquíes de ‘La Libertad’ no eran inmigrantes. ¿Entonces qué son?
Se debe entender que estas personas, aunque provengan de un país vecino, son ciudadanos de un tercer país, como los argelinos o los congoleños, que se encuentran de manera ilegal en nuestra ciudad. Con la única diferencia que son entregados a su país de origen normalmente al igual que se hace con los subsaharianos que se detienen a pie de valla durante una entrada masiva. Son inmigrantes iguales que los demás y el CETI es el lugar idóneo. Distinto es que se considere que el CETI está ahora mismo a su máximo nivel o que no pueda responder. Pero lo que no es de recibo es que nos quieran decir que los marroquíes ilegales no son inmigrantes.
En algún momento, la propia Delegación del Gobierno deberá dar explicaciones de esta frase de la titular de la representación de la Administración General del Estado en nuestra ciudad porque no puede haber diferencias entre unos y otros, ya que
Marruecos tampoco tiene ninguna consideración hacia Ceuta, pues su campaña de ahogo económico la puso en marcha y no le ha temblado el pulso. Ceuta es territorio español y cualquier inmigrante que llegue, salvo circunstancias de asilo político o de otra índole, se encuentra en situación irregular y debe ser devuelto.