Durante esta semana se ha celebrado en Marrakech la Cumbre del Clima. Como nos recordaba la organización independiente WWF, “en esta cumbre los países tienen que demostrar que van en serio, concretando cómo van a pasar de las palabras a los hechos que posibiliten una reducción real de gases de efecto invernadero y suficiente para prevenir los impactos ecológicos, sociales y económicos del cambio climático”.
Pero, ¿qué ha ocurrido realmente en la cumbre de Marrakech?. Según nos cuenta Manuel Planelles en El País, “La Cumbre de Marrakech proclama que la lucha contra el calentamiento es irreversible”. Y sí, a tenor de la “Proclamación de la Acción de Marrakech”, los Jefes de Estado dicen: “Nuestro clima se está calentando a un ritmo alarmante y sin precedentes, y tenemos un deber urgente de responder. Acogemos con beneplácito el Acuerdo de París, adoptado en el marco de la Convención, su rápida entrada en vigor, con sus ambiciosos objetivos, su carácter inclusivo y su reflejo de la equidad y las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las respectivas capacidades, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales, y afirmamos nuestro compromiso para su completa implementación.”.
Y continúan: “Hacemos un llamamiento urgente para elevar la ambición y fortalecer la cooperación entre nosotros, con el fin de cerrar la brecha entre las actuales trayectorias de las emisiones y el camino necesario para cumplir con los objetivos de temperatura a largo plazo del Acuerdo de París.
Hacemos una llamada por incrementar el volumen, el flujo y el acceso a la financiación para proyectos climáticos, junto con la mejora de la capacidad y la tecnología, incluyendo desde los países desarrollados hasta los países en desarrollo.
Nosotros, los países desarrollados, reafirmamos nuestra meta de movilización de 100 mil millones de dólares…..
…La Conferencia de Marrakech marca un importante punto de inflexión en nuestro compromiso de reunir a toda la comunidad internacional para abordar uno de los mayores retos de nuestro tiempo.”.
Pero el periodista de El Mundo, Isaac J. Martín, tiene otra visión. “La COP22 deja para 2018 la puesta en marcha del Acuerdo de París”. Y se explica. “Casi cinco horas después de que se retrasara el primer plenario en el último día de la Cumbre de Naciones Unidas para el cambio climático (COP22) en Marrakech, el presidente de la cumbre, Salaheddine Mezouar, clamó que se había adoptado un programa de trabajo para aplicar el Acuerdo de París que tiene como principal objetivo mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los dos grados con respecto a los niveles preindustriales e intentar limitar dicho aumento a 1,5 grados. La aprobación de un documento que traza el camino para redactar las reglas que regirá este acuerdo histórico y que deberá estar terminado en 2018, dejando para este año entonces su puesta en marcha. Una de las cuestiones clave era el Fondo de Adaptación, aprobado en el Protocolo de Kioto, y que "podría servir para el Acuerdo de París".
En Polonia, donde se reunirán las partes en 2018, es donde realmente se tendrán que tomar esas decisiones importantes para el futuro del planeta con el fin de luchar contra el cambio climático. Además, continúa Isaac, han acordado que se reunirán en 2017 en Bonn (Alemania), aunque el organizador será Fiji -que invitó a Trump a la reunión del año que viene- para "revisar los progresos" dejando esta COP como la de la "transición".
Las palabras de que el acuerdo estaba aprobado se dijeron al principio de la sesión. Sin embargo, nos cuenta el enviado de El Mundo, Isaac J. Martin, “….la sonrisa, los aplausos y el son de un "cumpleaños feliz" espontáneo al negociador de Mali se terminaría pronto. Pocos minutos después, Bolivia se enzarzó en una discusión con Brasil y decidió bloquear el acuerdo final porque había un punto, el llamado 'time frames', en el que tenían que ver si se ponían de acuerdo con los tiempos para presentar sus compromisos de reducción de emisiones. Pero una vez que se reanudó la sesión, se adoptaron los textos tanto de la Convención como de la reunión de las partes del Acuerdo de París. Mezouar tuvo que partir antes del cierre de esta cumbre porque tenía que coger un vuelo. La COP de las soluciones o de la acción, como se ha denominado a esta conferencia que ha sido meramente técnica, ha dado luz verde a este programa de trabajo hasta 2018 para aplicar el Acuerdo de París, que entró en vigor el pasado 4 de noviembre, un año después de su adopción.”.
Lo cierto es que la elección del ultraderechista Donald Trump como presidente de los Estados Unidos empieza a tener efectos muy negativos en la Cumbre del Clima, pues la aplicación efectiva del acuerdo se sigue retrasando.
Esperemos que el efecto Trump, no sea otro escollo insuperable para hacer de nuestro planeta un mundo más habitable. Si es así, habrá que emprender acciones internacionales contra los EEUU de América. Porque ellos tendrán las “cabezas nucleares”, pero nosotros tenemos la razón.