“Los bosnios son hoy más felices en buena medida por el Ejército español”

El militar dará hoy, a las 19:10 horas, las claves de la intervención de España en Bosnia A las 19:10 horas, en la sede de la UNED en Ceuta, interviene el teniente coronel José Luis Betolaza Méndez, División de Operaciones del EME, quien disertará sobre el papel jugado a lo largo de los últimos lustros por el Ejército Español en Bosnia.
–Muchas personas en 2010, incluida la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, dieron la misión de Bosnia por concluida pero...
–...Pero sin embargo es una misión que está viva. De hecho en los círculos cercanos le llaman la 'Operación de nunca acabar'. No obstante, es verdad que ahora mismo tiene un carácter totalmente distinto al que tenía.
–¿Cuando cambió el papel?
–En 2004, cuando la UE asumió el control de la operación. La misión trata ahora de incorporar a Bosnia a la comunidad internacional desde el asesoramiento y el apoyo de las instituciones.
–No obstante, los primeros 18 años de España en Bosnia el papel de nuestro país fue fundamental para el desarrollo de la zona.
–Estoy de acuerdo. La diferencia de aquel periplo a la etapa actual radica en que entonces se aportaron fuerzas y ahora no.
–Si buena parte de la sociedad cree que los conflictos internacionales se deben de regir únicamente por códigos diplomáticos, ¿esto puede ser un óbice para que los efectivos desplegados obren con total tranquilidad?
–No son posiciones contrarias sino complementarias; efectivamente qué duda cabe de que la mejor forma de solucionar un conflicto es por la vía pacífica y hablando pero hay ocasiones en las que esto no es posible y es ahí donde entra incluso el uso de la fuerza.
–Si ahora a un bosnio le preguntan por España y por el papel que ha jugado el Ejército español, ¿qué cree que diría?
–España, sobre todo en la zona donde tuvo responsabilidad, en Mostar, ha dejado una imagen permanente. Hoy en Mostar existe una plaza a España que, entre otras cosas, recuerda a los caídos españoles durante la operación. Es el único caso internacional en este sentido, es decir, dentro de Bosnia no hay otra plaza que recuerde a otro país. La ruta que estuvo cubriendo España en la primera etapa de la operación pasó de denominarse 'La ruta de la muerte' , que era como se conocía, a 'Ruta de los españoles', y esto es porque, entre otras cosas, el puente viejo de Mostar se reconstruyó gracias a los españoles, algo que ellos reconocen.
–¿La misión en Bosnia es la de mayor envergadura que jamás se haya llevado por parte de nuestro Ejército?
–La presencia que se está llevando a cabo ahora en Afganistán está siendo muy numerosa, por ejemplo. En Líbano también. Pero, no obstante, para el momento en el que ocurrió sí fue, sin duda, la de mayor envergadura hasta entonces. Fue una operación que llegó a cambiar la mentalidad de las Fuerzas Armadas españolas.
–Una intervención de este calibre precisa no sólo de una gran cantidad de efectivos sino también de una buena partida económica: ¿Podría hoy en día España ayudar como lo hizo durante este tiempo?
–La partida económica es grande y sostener a las fuerzas en el exterior es caro, de modo que en la situación en que nos encontramos no sé si podríamos mantenerla aunque si el país solicitara un esfuerzo, creo que España podría dar el paso. No obstante, fruto de la crisis, se está viendo la reducción de fuerzas en los escenarios en los que estamos.
–¿La crisis es extrapolable más allá del dinero y de los efectivos, es decir, hay crisis de identidad y la misma pone en peligro el propio sentimiento de españolidad?
–(Risas) No tiene nada que ver una cosa con la otra.
–No le preguntaba eso. Le decía que si hubiera un solo efectivo militar que se mueva más allá de por la ilusión de luchar por el amor a la Patria y sí únicamente por dinero, escenario que no parece descabellado, ¿podría esto afectar al propio servicio que se preste? ¿Hay crisis de identidad además de la económica?
–Eso lo dice usted. No creo que nadie ponga el esfuerzo que significa salir de casa, dejar a los seres queridos y ver una posibilidad, más o menos vaga de no volver, sólo en una balanza económica.
–¿Cuáles son las grandes figuras que deja la misión en Bosnia?
–No personalizaría en nadie. Dentro de la esencia militar esta el hacer las cosas no por figurar sino por el propio celo profesional y el amor a España. La figura es la Fuerzas Armadas.
–El ministro de Defensa de la época, Julián García Vargas, o el propio coronel Francisco Javier Zorzo no parecen que jugaran papeles de un 'Don Nadie'...
–Son dos nombres más de todos los que han participado en la misión y estoy seguro de que ellos dirían lo mismo.
–Teniente coronel, ¿los bosnios son ahora mejores y más felices en cierta medida por el apoyo que le ha prestado España?
–Yo creo que sí . Naturalmente hablamos de una sociedad muy compleja en la que viven muchas formas de ver la propia vida, pero creo que la presencia internacional ha sido una parte importante del desarrollo de la zona.