“Una Europa con menos gentuza es sinónimo de vivir en un continente más seguro, próspero y tolerante. Éstas son algunas de las razones por las que se puso fecha de defunción a los billetes de 500 euros”.
Luchar contra el terrorismo, tráfico de drogas, evasión fiscal y, en general, el crimen organizado es y debe ser uno de los objetivos prioritarios de la Unión Europea. Una Europa con menos gentuza es sinónimo de vivir en un continente más seguro, próspero y tolerante. Éstas son algunas de las razones por las que el pasado miércoles se puso fecha de defunción a los billetes de 500 euros.
Esta medida tiene una especial notoriedad en nuestro país, porque según el Banco de España disponemos de más de 32.000 millones de euros en billetes de 500, lo que representa el 77,4% del dinero en circulación -41.864 millones de euros-, un porcentaje que se ha triplicado desde que entró en vigor la moneda única. Los billetes de 500 tienen poco uso, se puede decir que los trabajadores y gente honrada saben que existen pero sólo los han visto en la televisión. De ahí le viene el nombre vulgar de Bin Laden, todos “sabíamos que existía, pero nadie lo había visto”.
Estamos en primavera, el inicio del ciclo vital, el crecimiento vegetal, el florecimiento de las distintas especies vegetales y, ahora, gracias a Mario Draghi, el jefe del BCE, el resurgir de los billetes de 500 euros en España y, por lo tanto, en las ciudades españoles del Norte de África. No crean que hablo de pura lógica, retórica o ficción de aficionado escritor. No, nada de eso, hablo de la pura y dura realidad de nuestra bendita tierra. Me explico.
El pasado viernes hice la compra en un conocido supermercado del Puerto de Ceuta. En la caja una simpática trabajadora estaba sorprendida al ver tanto ‘Bin Laden’ en un mismo día. Tras dar el cambio al legítimo propietario comentó su sorpresa de forma espontánea. Aunque nada en estos días nos puede sorprender, porque tras el comentario de esta señorita, otra persona comentó cómo han hecho compras importantes en comercios y tras pagar con ‘Bin Laden’ al día siguiente los clientes han ejercido su legítimo derecho de devolución de la compra y, claro está, han recuperado su dinero, y no precisamente en billetes de 500 euros.
Esto que relato puede parecer pura invención, pero todo lo que cuento ocurrió en presencia de un periodista muy conocido en nuestra ciudad. Después coincidimos en el ascensor del supermercado, ambos comentamos la anécdota que dejó de ser una anécdota cuando el Banco Central Europeo (BCE) anunció que dejará de producir los billetes de 500 euros a finales de 2018.
El dinero no florece como las flores en primavera a no ser que tengas la suerte de Carlos Fabra, expresidente del PP castellonense y expresidente de la Diputación a quien le tocó la lotería nueve veces en diez años. A mí me ha tocado el dinero de vuelta una vez en treinta y otra vez cien euros en la lotería de Navidad a medias con Juan Torralba. Sin embargo, no sería de extrañar que en estas Navidades le diera a la gente por jugar a la lotería y tener la suerte de Don Carlos.
Cualquier medida que sirva para luchar contra la corrupción, los estafadores y la gentuza que no dudan en envenenar a nuestra sociedad debe de recibirse de buen grado, pero tampoco podemos dejar de implementar nuevas acciones que impidan que el dinero que comienza a florecer en la primavera de Mario Draghi pueda servir para hacer caja a los corruptos. En definitiva, no estaría mal que se establecieran medidas para que los millones de euros depositados debajo de colchones, ocultos al Fisco en paraísos fiscales sólo les valga a sus corruptos propietarios para jugar al Monopoly.