El ruido, las vibraciones y el polvo también afectan a las espacies del lugar, aunque ellas saben cómo convivir con ellas.
Algunas personas han mostrado recientemente su preocupación por el estado en el que se podrían encontrar los animales del parque de San Amaro debido a las obras que se desarrollan a su alrededor. Polvo, ruidos y vibraciones molestan a diario a cualquier vecino que se precie y los monos y aves del lugar también están expuestos. ‘El Faro’ habló con diferentes veterinarios para comprobar si el estrés típico derivado de esta circunstancia estaría haciendo mella también en los animales y la conclusión alcanzada ha sido que no, que las especies que se encuentran en cautividad. Según explicaron, éstos animales están “acostumbrados” a la presencia del ser humano y sus costumbres. “Los fines de semana hay niños gritando y golpeando la jaula de los monos. Ésto puede causar más ruido que el de las obras”, dijo uno de los expertos. “La situación actual es un mal menor comparado con los 5.000 watios de sonido del Festival de Canción que se desarrollaba allí”, aseguró otro. En cualquier caso, uno de los veterinarios aseguró que en el interior de las jaulas el aislamiento acústico era muy alto. “Apenas perciben molestias del exterior”, explicaron. Además, la inexistencia de un lugar de realojo temporal adecuado y la posibilidad de daños durante los traslados desaconsejan el movimiento.