Lo que pudo haber sido y no fue

El final de la temporada llegó de la peor forma posible para un Ceuta que se rindió antes de lo debido y regaló los últimos puntos ante su afición con una pasividad excesiva ante un rival que se paseó en su visita al Murube. No fue el mejor adiós, el que otros hubiesen soñado con el fin de poner el cierre a una campaña para el olvido en todos los sentidos.  

Pero la historia del Murube que se vivió este pasado sábado fue un reflejo de una temporada que nunca caminó bajo la estela de la tranquilidad. Hay detalles que dejan claro que quizás no se trataba del día más propicio para regalar la mejor versión, aunque tampoco se debió ahondar más en las críticas deportivas cuando éstas se encuentran tan condicionadas por las extradeportivas.
El Ceuta termina la campaña en un decimocuarto lugar que no refleja su potencial de juego y plantilla, pero que sí resulta real por su incapacidad para haber optado a más durante todo el curso. Los 21 puntos de ventaja del Jaén, cuarto en la tabla, son significativos en la búsqueda de explicaciones a una realidad no esperada.
Y es que los fichajes y los números del arranque indicaban que la lucha por esas plazas de privilegio iba a ser posible. Y nunca lo fue. Ni siquiera cuando se encarrilaban dos victorias seguidas y el sueño de toque y combinación encadilaba críticas y palabras de halago. Ni siquiera cuando Guzmán se encargó de demostrar por qué es uno de los hombres más importantes de esta categoría antes de terminar su campaña con quince goles en su haber. Ni siquiera cuando la ilusión de multiplicó con una Copa Federación que finalmente se quedó en mera distracción.
El encuentro del sábado provocó hasta las palabras de autocrítica en un Lobera que siempre había apoyado a los suyos hasta el momento. La “vergüenza” sentida por el técnico aragonés tenía como potenciales oyentes a los encargados de guiar al club a una situación diferente, a los encargados de haber evitado que los futbolistas entraran en una lucha interna que siempre mermó en demasía a un equipo con bastantes problemas deportivos para que se unieran a éstos los menos esperados, los relacionados con los impagos constantes.
Pero los puntos están ahí. La diferencia entre la distancia que separó al cuadro caballa de la zona de ascenso no es una mera casualidad ni puede ir únicamente unica a factores extradeportivos. En la primera vuelta, cuando la plantilla se encontraba en una buena situación a nivel de club, el equipo no caminaba precisamente por la zona de privilegio. Eran otras las claves del desacierto, sí, pero eran suficientes para privar del objetivo a un equipo creado para ganar y no para perder.
La plantilla construida por Lobera y Manolo Santana no enseñó nunca los dientes. Quizás los escondieron y fue demasiado tarde para tratar de morder. Quizás la previsión era equivocada y el salto de calidad con una plantilla competitiva no bastaba para luchar contra otros factores. Quizás ni siquiera el juego vistoso del cuadro caballa debía ser tan admirado por su estilo en una categoría en la que priman otras virtudes menos aplaudidas.
Es el tiempo para la reflexión y los protagonistas no dudarán en buscar culpables y víctimas. Eso sí, en esta historia no se encontraron hasta el momento ni héroes ni salvadores voluntarios.

Apuntes

El Cádiz se medirá al Real Madrid Castilla
Todos esperaban con suspense el sorteo de ayer en el que los equipos de Segunda B supieron qué enemigos tendrán en su lucha por el ascenso a la Liga Adelante. El Cádiz, campeón del grupo cuarto, se medirá al Real Madrid Castilla en una eliminatoria cuyo ganador tendrá un sitio directo en la división de plata. El otro duelo entre campeones medirá a Atlético Baleares y Mirandés. Por otra parte, los otros clasificados del grupo cuarto para el play off no lo tendrán fácil para seguir adelante. El Jaén se medirá a la Ponferradina, el Linense al Amorebieta y el Lucena al Huracán, aunque los tres podrán disputar la vuelta en su feudo. Los otros emparejamientos de esta liguilla de ascenso serán Albacete-Orihuela, Badalona-Tenerife y Lugo-Eibar. Mientras, en la fase de ascenso a Segunda División B, el campeón del grupo diez de Tercera, el Sanluqueño, se medirá a El Prat, el Coria lo hará ante el peligroso Avilés, el San Fernando frente al Mutilvera de Navarra y el Mairena se encontrará con el Marbella malagueño. Otro enfrentamiento como el Don Benito-Estepona será también de atención para el posible futuro del grupo cuarto de Segunda División B, aunque los avales que pedirá la Federación Española de Fútbol también marcarán el devenir de la categoría.   

El final de campaña de Gerard abre la esperanza
Gerard luchó durante toda la temporada por conseguir disputar minutos a las órdenes de Sergio Lobera, aunque la dura competitividad en las posiciones de ataque del equipo mermaron sus opciones de titularidad. Pero en los últimos compromisos del cuadro caballa, sin la presión añadida de buscar los puntos por un objetivo, el joven catalán demostró con sus detalles que puede tener un sitio en la categoría. A la espera de una oferta que debería llegar en los próximos días, el futuro del jugador podría estar en alguno de los clubes de Barcelona.