3.000 euros. El viaje se hará ocultos bajos redes de pesca. En una patera. Aprovechando la cantidad de embarcaciones dedicadas a estas prácticas. Es la tarjeta de presentación empleada por las pequeñas redes dedicadas al tráfico de personas que, iniciado el verano, se dedican a unir el lado marroquí con el español. Lo hacen colando en cada uno de esos trayectos que llevan a cabo pescadores marroquíes a un inmigrante, tendido, a modo de carga.
Así funcionaron el año pasado, así están empezando a funcionar en este, constituyendo una vía irregular complicada de controlar por la cantidad de embarcaciones que ocupan las dos bahías
En este tráfico, del que se nutren sobre todo los inmigrantes asiáticos, hay cooperación de enlaces ceutíes implicados en la sustracción de pateras en Ceuta para su posterior traslado y venta en el vecino país. En este comercio se incluyen también las motos de agua, que son sustraídas en nuestra ciudad y trasladadas a zonas de
Marruecos para abastecer este mercado de continuas salidas directamente hacia la península o dirigidas hacia las costas ceutíes. Es un filón para quienes viven al margen de la ley, para quienes buscan en el tráfico de personas ansiadas de salir de Marruecos un filón para ganar dinero. Aunque sea oculto en pateras de pesca.