Algunos expertos anunciaron hace tiempo que se aproximaba otra crisis en las relaciones con Marruecos. Cada presidente del gobierno español ha tenido la suya y, a veces, dos en la misma legislatura. Pero España tiene a sus expertos en política exterior con el Magreb en destinos lejanos, mientras manda a estos países diplomáticos que serán magníficos, pero que no hicieron el master en el peculiar estilo de la diplomacia marroquí, ministerio que no olvidemos depende directamente del Rey.
Hay diversas teorías sobre como empezó la crisis primavera-verano 2010, que culminó con el corte de la frontera de Melilla y la intervención del Rey de España, mientras el Ministro Moratinos estaba no se donde. Lo de la policía, cartelitos en la aduana marroquí, carteles en la frontera y otros detalles pueden ser, simplemente, señuelos. Por otra parte, la interrupción del comercio y servicios con la ciudad norteafricana, produjo tres grandes perjudicados, los empresarios o habitantes en general de Melilla y los proveedores marroquíes.
Si se hubiera actuado con reflejos ante una crisis docenas de veces anunciada, España habría reforzado el servicio fletando un barco diario, estableciendo con toda urgencia un puente marítimo desde la Península con Melilla para que los empresarios tuvieran mercancías, perecederas o no, y a los consumidores o empresas no les faltaran productos. No importa el costo ni el tiempo, se trata de acudir en auxilio de una ciudad española sitiada comercialmente y, de paso, dar ejemplo de decisión.
Los más perjudicados entonces serían los empresarios marroquíes de quién casi nadie habla por cierto y, desde luego la economía de país vecino. Cientos de proveedores marroquíes habrán sufrido incontables pérdidas y están amenazados con una escalada de las mismas. No hablemos si la prohibición de pasar a España afecta a empleadas de hogar o trabajadores en general. Es preciso recordar que, hasta que las inversiones realizadas en el norte de Marruecos den sus frutos, Ceuta y Melilla siguen siendo los dos polos de desarrollo y atención sanitaria e infantil del Rif y la Yebala.