Llega uno de los fenómenos estivales que cualquier amante de la astronomía no se quiere perder en Ceuta: la lluvia de estrellas de las perseidas.
Esta lluvia de meteoros (comúnmente conocidos como 'estrellas fugaces') llegará este fin de semana a su pico de máxima actividad, sobre todo entre el domingo 11 y el martes 13 de agosto, con el máximo esperado en la noche del 12 de agosto, según informa el Instituto Geográfico Nacional.
Se espera una tasa de meteoros que puede alcanzar hasta 110 por hora.
¿A qué hora debemos observar el cielo?
A pesar de que el pico máximo de las perseidas se dará entre las 15:00 y las 18:00 horas del lunes 12 de agosto (hora española peninsular), las mejores horas para observarlas serán durante la noche y primeras horas de la madrugada.
Sin embargo, su visibilidad dependerá de que las condiciones meteorológicas sean favorables y de la contaminación lumínica.
Condiciones meteorológicas
El parte del tiempo pronostica nubes bajas en el Estrecho de Gibraltar, norte de Galicia, Asturias y norte de Canarias. Aunque irán a menos, a primera hora de la noche se podría contar con intervalos de nubes en el norte de Castilla y León, La Rioja y en general en el entorno de la Cantábrica. En el resto del país, habrá cielos despejados durante la madrugada.
La noche del domingo será muy similar, con cielos despejados en la mayor parte del territorio. De nuevo, la excepción estará en Galicia. Este día también habrá más nubosidad en la fachada atlántica de la comunidad y durante la madrugada podría aumentar la nubosidad, al acercarse la cola de un frente que llegaría el lunes.
También habrá nubes bajas en la costa occidental de Asturias, en el Estrecho y norte de Canarias. En puntos de la mitad norte, la nubosidad de evolución que se forme por la tarde irá a menos.
Contaminación lumínica
Otro factor determinante para ver esta lluvia de meteoros es la contaminación lumínica. El sitio web www.lightpollutionmap.info evidencia qué lugares pueden ser óptimos para escudriñar este fenómeno astronómico ya que, mediante una gama de colores, establece dónde se registra un mayor aumento del fondo de brillo del cielo nocturno natural.
En el Estrecho de Gibraltar, las ubicaciones más adecuadas para disfrutar de las perseidas se han coloreado de azul.
La Luna
La luna se encontrará en cuarto creciente, pero hasta el día 19 no entrará en fase de luna llena, por lo que no se espera que su luz sea un gran impedimento para disfrutar de las estrellas, como indican desde Europa Press.
¿Hacia dónde mirar para ver las perseidas?
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión.
Aunque las perseidas parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo.
Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
¿Por qué sucede?
Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor, como explica el Instituto Geográfico Nacional.
Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros.
Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas, como granos de arena o menores, que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla a gran altura.