Han pasado ya 100 días sin cobrar los teleooperadores del 061. Desgraciadamente los peores temores se van cumpliendo. En estos días poco o nada ha cambiado. La única comunicación de la empresa ha sido vía epistolar con INGESA solicitando una ilegal rescisión del contrato de mutuo acuerdo. Mientras tanto, siguen cobrando puntualmente su factura a INGESA, aunque embargada en parte por otros organismos públicos a los que también adeudan importantes cantidades.
La posibilidad de que mantengan el contrato y por tanto la situación de impago hasta Enero de 2014 es cada vez más una autentica realidad. La moral entre los trabajadores está ya en mínimos, mientras los intereses se acumulan y los bancos demuestran su poca humanidad –algunos podrían enfrentarse en breve a la perdida de sus domicilios– y tienen que responder a las preguntas de sus hijos sobre porque no hay ni vacaciones ni feria este año.
A pesar de que el tema está, por supuesto, a disposición judicial, los avances en ese cauce son extraordinariamente lentos, desesperantes, y no se esperan novedades hasta principios de Octubre.
Muchos de estos trabajadores están francamente mal, sufriendo en silencio, y no se sabe si podrán seguir aguantando física y psiquicamente la situación por mucho más tiempo.
Es un trabajo que requiere la máxima concentración, la máxima fortaleza mental, para poder ayudar a quien se encuentra en una situación desesperada de una emergencia vital.
Durante su formación y selección se les pone a prueba. Su templanza y resistencia son evaluadas intensivamente. Sin embargo, nunca se les preparó para esto...