"No tenía nada y el que intentó robarle le apuñaló". Así lo cuenta Naufar el vecino de 17 años de
Hadú que asistió a un joven marroquí que ayer sobre las siete de la tarde recibió tres navajazos a la altura del Banco Santander, en la avenida Teniente Coronel Gautier, presuntamente por otro joven que ya estaba en Ceuta. La persona que recibió la puñalada, de entre 16 y 17 años,
fue uno de los miles que entraron a nado. Si no fuera suficiente con eso,
la bienvenida que se encontró en la ciudad fueron tres navajazos que le llevaron directo al hospital. Afortunadamente, y según cuenta este vecino de Hadú, el joven se encuentra bien y aunque "sangraba mucho", los navajazos no fueron de gravedad.
"Nadie la ayudó", dice con lástima Naufar. "Escuché gritos y al acercarme, vi lo que estaba pasando. El que tenía la navaja echo a correr y se escapó", relata. "Estaba completamente solo. No tenía a nadie", vuelve a repetir atónito. "Hice presión sobre las heridas para que dejará de sangrar y pedí a una mujer que estaba allí que llamase a la ambulancia. Con las manos llenas de sangre no podía coger el teléfono móvil". Añade que primero llegó la ambulancia y después la Policía, a quien dio todos los datos de lo ocurrido.
La solidaridad de Naufar va más allá. Estudiante de enfermería no dudo en ayudar en cuanto pudo, "sabía lo que tenía que hacer", cuenta sobre la puñalada, aunque admite que "era la primera vez que se enfrentaba a una situación como esta". "Triste" con lo que está pasando estos días en Ceuta, Naufar ha decidido ponerse a repartir mascarillas, ropa y comida a quien lo necesite. "Ayer compré un paquete de cincuenta protectores y a todo el que veía sin mascarilla le daba uno. 'Póntela, por favor', les decía. Estuve hasta las doce de la noche. Hoy haré lo mismo", asegura.