La
Guardia Civil investiga quién está detrás de la entrada de la embarcación neumática que consiguió llegar hasta la playa de Benzú este jueves cargada prácticamente con
menores marroquíes. Eran 22 ocupantes y de ellos solo dos adultos. El resto, adolescentes que han ingresado ya en el centro de La Esperanza. Ahora habrá que hacerles las pruebas de determinación de edad que verificarán si realmente todos tienen menos de 18 años o hay alguno que supera esa línea que separa la acogida de la expulsión. Guardias civiles y policías locales se encargaron de atender a todos los menores que, cuando fueron encontrados en Calamocarro, estaban, en algunos casos, en muy mal estado. Hacía mucho frío, estaban mojados y necesitaban asistencia rápida. El ERIE de Cruz Roja repartió mantas, alimento y zumos para que entraran en calor, atendiendo a cada uno de los inmigrantes en las ambulancias desplazadas hasta el lugar. Los varones recuperaban sus fuerzas después de una travesía que podía haber terminado de manera trágica debido a las condiciones en que se llevó a cabo y el temporal presente. La embarcación fue intervenida por la Benemérita. Se trata de una neumática con la que los menores debían llegar hasta la península, pero que terminó recalando en Ceuta ante la imposibilidad de seguir el trayecto, quedando inutilizada aunque antes sus ocupantes habían conseguido saltar al agua. No es habitual un episodio de estas características, con una patera en la que prácticamente solo vayan menores. El fin era llegar al otro lado del Estrecho y se había efectuado un pago para tal fin. Es habitual entre las organizaciones dedicadas al pase de inmigrantes que si el primer resulta frustrado se vuelva a dar ‘otra oportunidad’ de salida por el mismo precio. De momento los menores reciben ya asistencia en Ceuta a la espera de la realización de los expedientes policiales de cada uno de los casos que representan. La Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazó hasta Calamocarro, siguiendo el protocolo investigador desarrollado en estos casos. Nada se sabe del paradero de los que ejercían de pilotos en este trayecto frustrado, ya que en todo momento los inmigrantes fueron guiados por sus pasadores hasta terminar en Ceuta.