La
Guardia Civil no podía sospechar la reacción que el
salto masivo del 26 de julio en Ceuta iba a generar entre la ciudadanía. Sobre todo entre personas que residen en Cataluña y que no dudaron en llamar a la Comandancia de la Benemérita para mostrar su apoyo. Y no fue una llamada ni dos: “Hemos recibido decenas de ellas. Constantes, casi cien en estos días”, explica a El Faro un portavoz de la Guardia Civil. “Eran personas a las que, en muchos casos ni conocemos, y que preguntaban por
el estado de los heridos y que sobre todo nos daban ánimos. Un gran porcentaje eran llamadas de Cataluña”, añade.
Una de ellas se ha hecho popular, hasta el punto de convertirse en viral. Fuentes oficiales han confirmado que la llamada es cierta y que fue registrada en la central de la Guardia Civil como tantas otras. Al otro lado del hilo telefónico, una señora pregunta por el estado de los agentes.
“Buenas tardes. Llamo desde Barcelona, quería informarme del estado de los guardias civiles que han sido tan salvajemente agredidos, la cal viva... que nos hemos enterado y estamos aquí muertos de pena”, explica angustiada la mujer. “Aquí en Cataluña a la Guardia Civil no la vemos ni por los pelos...”, añade, siendo interrumpida por uno de los agentes de servicio que le agradece haberse interesado por ellos.
“¿Están todos en su casa?”, insiste la interlocutora, a lo que el agente responde que sí. “Díganle que si necesitan lo que sea de apoyo, de cartas que haya que escribir, de que haya que hablar con alguien... por favor que nos lo comuniquen porque estamos en Barcelona deseando ayudarles”, indica, obteniendo como respuesta del agente un “agradecimiento de corazón”. La conversación termina con un “¡viva la Guardia Civil!”.
Pero hay más llamadas curiosas, en las que, al otro lado del hilo telefónico quienes hablaban eran miembros de una familia y en las que incluso niños decían que querían ser guardias civiles “para cuando sean mayores venir a ayudarnos”.
Nunca antes se había recibido tal aluvión de mensajes, reflejo del eco informativo que ha terminado teniendo lo sucedido en la valla el 26 de julio, que dejó decenas de heridos entre los inmigrantes que cruzaron la doble valla y los guardias civiles que resultaron agredidos sobre todo por el lanzamiento de cal viva.