‘Lizarrán’ cierra tras una denuncia vecinal alegando la falta de licencia de apertura

El inversor explica que la concesión se demoró más tiempo del previsto por los trámites burocráticos.

Su inquietud como empresario dedicado a la restauración le llevó a contratar la primera franquicia en Ceuta de ‘Lizarrán’, la red de tabernas especializadas en la venta de pinchos y bebidas. Rafael Martín montó este establecimiento en el número 30 del Paseo de las Palmeras con toda la “ilusión”, cuidando la imagen del local, la gastronomía y el servicio al cliente con el fin de hacer su oferta atractiva para los ceutíes además de “invertir en la ciudad” y su tejido empresarial. Un desembolso que estimó en torno a los 180.000 euros. Cinco meses después del inicio de su andadura, el hostelero ha tenido que cerrar ‘Lizarrán’ por la denuncia presentada contra él por la comunidad de vecinos del número 30 de esta vía urbana.
Este espacio para el tapeo echó la persiana hace aproximadamente un mes, estimó Martín, por la disconformidad de un vecino con la ubicación del negocio, quien reunió a los residentes en el edifico para oponerse a la continuidad de su actividad “debajo de su casa”. Aunque la comunidad alegó ante la Ciudad distintas razones, el propietario explicó que solo prosperó la relativa a la falta de licencia de apertura porque tenía los dictámenes favorables, entre otras, de las áreas de Sanidad, Industria, Fomento o Bomberos.
“La licencia de apertura, ciertamente, no la tenemos pero está solicitada. Tarda más de lo que pensábamos porque conlleva muchos trámites. La documentación va de una gerencia a otra y surge rectificaciones y la subsanación de errores que aumentan la demora”, explicó Martín, quien aseguró que hasta que no hubo denuncia, “todo fue bien con la Ciudad mientras estábamos a la espera de la autorización”.
No obstante, aclaró que solo achaca la responsabilidad de la clausura a los vecinos que, señaló, “me van a arruinar la vida”. El empresario apuntó a que su negocio no es el único denunciado por esta comunidad, sino que otro establecimiento próximo también se enfrentó a idéntico problema.
Sin embargo, una carta con el membrete de la extinta Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (Giuce) arrojó ayer otro jarro de agua fría sobre el franquiciado: “Me sanciona con 1.100 euros por tener abierto el local mientras la licencia de apertura estaba pendiente” ya que, por su actividad, no tiene acceso a una ‘licencia exprés’. A Martín tan solo le queda recurrir, reconoció, porque de momento entiende que no tiene forma de recuperar “todo lo perdido que es mayor”: alquiler del local; el pago de Seguridad Social por los trabajadores; trimestrales; y la mercancía de la que tuvo que deshacerse por caducidad, entre otros gastos. “Lo que más me duele es que, con el cierre, seis familias se han quedado en la calle”, lamentó su ahora ex jefe.
El también inquilino y autónomo consideró que el Gobierno local está cumpliendo con su función al velar por el respeto de las ordenanzas pero echó en falta “sensibilidad” en este asunto. ¿Tanto ruido ocasiona el establecimiento como para que los vecinos denuncien? El local está insonorizado, sostuvo Martín antes de afirmar que, a las 23:30 en invierno y entre las 00:00 y 00:30 en verano, “cerramos porque quien quiere irse de copas después de cenar se marcha a los pubs”.
‘Lizarrán’ es una cadena nacional especializada en pinchos, el cual encarna toda una cultura en la que la gastronomía se integra en las ocasiones especiales.

Adelanta que el franquiciador reabrirá el local

A pesar de los contratiempos a los que se está enfrentando esta cadena nacional en la ciudad autónoma, los clientes de ‘Lizarrán’ no se quedarán en Ceuta sin su deliciosa cocina y buen servicio. Rafael Martín, el emprendedor que se hizo con una de estas tabernas, adelantó ayer que el franquiciador le trasladó que retomará el trabajo que él inicio hace más de un año y reabrirá el establecimiento en su actual ubicación, en Paseo de las Palmeras número 30.