La localidad de La Línea de la Concepción ya no es un problema para el cable eléctrico submarino que unirá Ceuta con la Península. Las dificultades producidas en los últimos meses por la negativa del Ayuntamiento de esta localidad campogibraltareña para la construcción de una subestación en su demarcación municipal y el tendido aéreo se ha solucionado con la nueva propuesta presentada por Red Eléctrica Española, donde no habrá nueva subestación y no existirá tendido aéreo sino subterráneo.
Incluso durante el tiempo que se ha producido esta obstaculación por parte del Ayuntamiento de La Línea llegaron a producirse varias conversaciones entre el presidente ceutí y el alcalde la ciudad campogibraltareña.
La última propuesta para la conexión del enlace de interconexión en la red de transporte de la Península consiste en ampliar la subestación existente denominada Algeciras 220 kV, que consta de tecnología convencional, con un parque compacto de menor tensión (132 kV) en tecnología GIS (encapsulada en una envolvente metálica) ubicada dentro de un edificio. Aprovechar un nudo de la red de transporte existente como es Algeciras permite beneficiarse de sinergias, ya que se aprovechan instalaciones existentes, reduciendo aún más el espacio necesario para realizar la ampliación.
La actual subestación, que se encuentra en la principal zona industrial de San Roque y una de las más importantes de España, está ubicada dentro de un edificio anexo al ciclo combinado. Por tanto, el nuevo parque también se construirá dentro de edificio (1 planta) pero de unas dimensiones más reducidas, mimetizándose con el resto de los edificios y equipos existentes en el polo industrial. El diseño actual tiene una extensión máxima de 67,7 X 12,6 metros (853 metros cuadrados), aunque se sigue trabajando en su optimización.
Hay que destacar que la red de transporte estándar en la península se diseña en tensiones de 400 kV y 220 kV. En este caso, la peculiaridad de la red de la Ciudad de Ceuta, tan solo necesita un eje de interconexión de transporte de menor tensión, es decir a 132 kV. Una tensión que habitualmente se emplea en las redes de distribución peninsulares y que por tanto requiere de menores distancias de aislamiento y posibilita construir instalaciones de menor tamaño, y que conviven de forma habitual con otras instalaciones en núcleos urbanos.
El doble circuito subterráneo-submarino, a 132 kV, tendrá una longitud aproximada de 68 km: 58 submarinos y de aproximadamente 10 km subterráneos (9 km en península y 1,5 km en Ceuta). El tramo terrestre en Ceuta está totalmente definido y el trazado en la península está pendiente de terminar con los estudios de detalle que se están desarrollando, con dialogo y buscando el máximo consenso.
Se utilizarán cables de última tecnología, con aislamiento seco, que discurrirá protegido y/o enterrado por el fondo marino para incrementar su seguridad. El trazado alcanza los 900 m de profundidad máxima en un entorno especialmente complejo.
La propuesta sitúa el aterraje de la línea submarina en la península en las proximidades de la playa de la Hacienda, fuera de la zona de Dominio Público Marítimo Terrestre, es decir, sin afección a la playa y a su uso turístico, en un espacio de tierra acondicionada para el aparcamiento. El aterraje se realiza mediante perforación dirigida, lo que permite no alterar la playa, llevando el cable por una canalización subterránea, a entre 10 y 20 metros de profundidad, desde la zona de aparcamiento y saliendo a aproximadamente 1.000 metros mar adentro.
Este emplazamiento da respuesta a importantes condicionantes técnicos, al asegurar que el cable discurrirá por un fondo marino con mayor estabilidad sedimentaria, alejado de las fuertes pendientes del Estrecho y de las zonas de fondeo e intenso tráfico marítimo de buques de elevada envergadura y evitando las zonas con mayor proyección ambiental.
Todo el trazado terrestre del cable será soterrado, eliminándose todo el impacto visual de las líneas aéreas y de al menos 10 apoyos (torres eléctricas) que afectaban tangencialmente el pie de Sierra Carbonera, que en la propuesta inicial del proyecto atravesaban los términos municipales de San Roque y La Línea de la Concepción, hasta entroncar con la línea existente Algeciras-Pinar del Rey.
Así, el cable discurrirá desde el punto de aterraje hasta la subestación Algeciras 220kV por una canalización soterrada convencional por viales públicos urbanos consolidados, sin afección a parajes naturales y buscando el paralelismo con otras infraestructuras existentes.
Las primeras actuaciones del proyecto comenzaron en 2015 con el inicio de la primera fase de análisis ambiental; en 2016 y 2017, se llevaron a cabo acciones para recabar información que complementase los estudios realizados.
Los trabajos más detallados de campo se iniciaron en 2017 y se han mantenido durante más de tres años (campañas geofísicas y geotécnicas de prospección marina, campañas oceanográficas, estudios geotécnicos, topografía, etc.), para determinar el trazado óptimo desde el punto de vista ambiental, social, económico y técnico, con el objetivo de minimizar el impacto paisajístico y asegurar la máxima protección de fauna y la vegetación.
Asimismo, para la elaboración del estudio de impacto ambiental, se contó con el conocimiento de prestigiosos catedráticos de la fundación CEIMAR, la Universidad de Cádiz y la Universidad de Sevilla.
Fruto de esos trabajos, se propuso Los Portichuelos como nudo de conexión a la red de transporte existente en la zona, considerado por los científicos y técnicos ambientales que han asesorado el proyecto el enclave más adecuado atendiendo a los condicionantes establecidos en la Planificación 2015 –2020, actualmente en vigor, que establecía la construcción de una nueva subestación a la intemperie (AIS) conectada a través de una trazado aéreo de 220 kV a la línea existente Algeciras-Pinar del Rey 220 kV. La oportunidad abierta durante el proceso de elaboración de la Planificación 21-26 hace posible la utilización de tecnología GIS y el uso de suelo urbano.
Antes de iniciar la tramitación formal de los proyectos, se ha ido poniendo en conocimiento de los responsables de las administraciones territoriales (Diputación, Delegación del Gobierno, Junta, corporaciones locales, etc) los resultados de los estudios y enriqueciendo los mismos, con nuevas aportaciones.
Estas instalaciones se diseñan para alcanzar una vida útil de al menos 40 años y, por tanto, es muy importante conseguir la adecuada integración en los territorios en los que se ubican. Para ello, se busca el máximo consenso con los vecinos, sus representantes y sus organizaciones, en el marco establecido en la Planificación y en la normativa sectorial vigente.
El proyecto no ha iniciado la tramitación. Está en fase de elaboración del proyecto de ejecución y del Estudio de Impacto Ambiental. Se está profundizando actualmente en el detalle técnico para poder iniciar la tramitación ambiental y administrativa. Dicha tramitación podría prolongarse entre año y medio y dos años, por lo que la obra no comenzará antes de 2023.
Asimismo, por el alcance del proyecto, y al tratarse de una interconexión que afecta a dos comunidades (Ceuta y Andalucía), la tramitación ambiental correrá a cargo de la Administración General del Estado, al tratarse de red de transporte primario.
Respecto al otorgamiento de dichas autorizaciones ambientales, será el órgano ambiental competente el que resuelva y además solicite las medidas adicionales que considere preceptivas para viabilizar el proyecto.
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