La empresa adjudicataria del servicio de
limpieza de la red de
alcantarillado municipal, ACC, ha comenzado esta semana a instancias de
Acemsa (Aguas de Ceuta) un programa de actuaciones de limpieza de choque de la red de imbornales de las calles de la ciudad, integrada por aproximadamente 8.000 sumideros, con el objetivo de que esté preparada para las lluvias de otoño tras los meses más secos del año, cuando se acumula un mayor número de residuos en ellos.
Según explicó ayer el capataz Javier Muñoz, se trata de una campaña anual que suele arrancar después de las Fiestas Patronales y que se alarga “entre 30 y 45 días”, es decir hasta mediados o finales del próximo mes de septiembre.
La concesionaria ha dedicado diez brigadas de dos operarios cada una a los trabajos, que han comenzado en los puntos bajos de mayor afluencia de pluviales, como La Marina o Playa Benítez.
Cada día se retiran entre 2.000 y 3.000 kilogramos de residuos
La tarea incluye tanto la retirada de residuos (desde tierra hasta hojas pasando por botellas, etcétera) como su posterior recogida y traslado hasta el vertedero de inertes de Piniers.
Cada día se quitan “entre 2,5 y 3 toneladas de residuos”, según las estimaciones de la empresa municipal, que incluye en la agenda de esta limpieza extraordinaria la red de galerías (sobre todo sus puntos de entrada cubiertos o descubiertos que actúan como colectores) que llevan al mar el agua de lluvia que se recoge en distintas vaguadas total o parcialmente urbanizadas en su punto más cercano al litoral y que se localizan por toda la ciudad con distintos tamaños y longitudes.
La red de alcantarillado municipal está formada por cinco kilómetros de galerías visitables y 90 kilómetros de tuberías con diámetros comprendidos entre los 20 y los 40 centímetros.
Además, Ceuta dispone de 25.000 metros de tuberías de 50 centímetros de diámetro y de un kilómetro de 80 centímetros. Sólo en 300 metros el tamaño de los tubos llega a un metro y medio.