Había llegado recientemente de Polonia y traía en mi mente la realidad de la problemática juvenil europea, de los comienzos del Tercer Milenio, y el por qué íbamos encaminados a una desgracia total, que causaba la ruina moral y económica, sin poder evitar ya el cambio de rumbo. Y no es que sea por naturaleza persona pesimista, es que la evidencia canta sola, se persigue a la juventud que reivindica sus derechos y clama su frustración, manifestándose por las calles de vez en cuando, en un movimiento de indignados que ya no pueden aguantar más, a pesar de ser tildados de todo, menos de bonitos, que si son anti-sistemas, que son un peligro social, que si esto o aquello. Y quienes lo dicen son gentes que se encuentran precisamente en la abundancia, pues todo les ha ido bien en la vida por circunstancias diversas ¡ No van a tener los indignados la culpa de todo !
Pero no, se equivocan los últimos, o n o quieren que se sepa la verdad o no quieren ver la realidad social que cada vez se hace más numerosa y “peligrosa” para aquellos. Como les diría el escritor y economista José Luis Sampedro, no deben cansarse, es su momento, pues el panorama que les deja en herencia la sociedad adulta, y la educación que reciben de las innumerables corruptelas de la clase política, es desolador, les han robado todo, hasta los sueños. Y en algunos países como Polonia no pueden los jóvenes ni manifestar su terror y angustia, que como “El Grito”, de Munch, mira a los visitantes extranjeros como su instrumento de defensa, para denunciar la tragedia que aún viven. Su salario es de trescientos euros mensuales, por lo que pasan hambre y frío. Sus casas de cuarenta metros cuadrados no son suficientes, (el que puede acceder a ella), para albergar a una familia con dos o tres hijos, y para el frío deben usar mantas pues no tienen para pagar la calefacción. Los mayores piensan que hubiera sido mejor seguir con el yugo comunista, porque al menos su vida entonces, era más segura.
Me pregunto qué le vamos a dejar a nuestros jóvenes ceutíes si seguimos con los egoísmos y falta de conocimientos, qué ejemplo les estamos dando de justicia y derechos, pues el tinglado se ha convertido en una gran mentira, toda la sociedad política, según se está por fin destapando, aunque sea tan sólo la punta del iceberg, está podrida de intrigas, facciones y miserias. Parecen estar ciegos, no ven la realidad que han creado, se mueven como oligarcas contoneándose con sus tentáculos, para acaparar y controlar a la sociedad entera, que nadie pueda opinar, pues el hacerlo puede costar caro. Sin embargo hay que tomar medidas, estar en alerta , despiertos, vivos, con las lamparillas encendidas, para que no venga el lobo y nos coja por sorpresa. No quise visitar los campos de concentración de Austwich y Mathausen, una amiga que lo visitó, me confesaba que había quedado muy noqueada al verlos. Montañas de zapatitos, montañas de gafas, o de bolsos, o de abrigos… Parecía que la estaban agarrando para quedarse con ellos y aliviarles el sufrimiento. No quiero olvidar, pero preferí quedarme a rezar por ellos y reparar ante Jesús Sacramentado. No obstante, y para alegría de todos, en el lugar donde fueron depositadas las cenizas de los muertos, ha crecido un jardín con flores variadas, por lo que los mártires que fueron masacrados, han convertido en un vergel el odio del que fueron presa. Y en la joven guía licenciada en filología hispánica, observé que llevaba dos buenos agujeros en los zapatos, como consecuencia de los bajos salarios y altos precios en ropa y calzado.
Quizás por ello, cuando llegué a la ciudad y leía en El Faro de Ceuta la dimisión del señor Cucurull me alegré mucho por su coherencia y dignidad, por mantenerse leal a sus propios criterios y mantener una actitud que enseñará a los jóvenes ceutíes del presente y futuro, que no se puede estar en la cultura del “todo vale”, hay que saber decir no cuando las circunstancias lo demandan. Estamos haciendo futuro y es fundamental mantenerse limpios moralmente, no contaminados por la epidemia de “peste” que nos rodea, y que cada cual opine libremente lo que desee, pero mi criterio es así. Ojalá este comportamiento cundiese como ejemplo. Hasta el momento, lo que tenemos es que unos transfugas del partido de GIL, traicionaron a su propio partido, se lo cargaron y “vendieron su alma al diablo” para seguir disfrutando de la buena vida y ventajas. No puede ser que hoy se sea del PSOE, mañana del GIL y pasado del PP, no es de recibo. Y así vamos, que ni esto es política ni es nada, es simplemente servir de soldados mercenarios en cualquier frente. Por favor, señor Cucurull, que no lo convenzan, pues nadie es super- héroe, no se pueden llevar bien dos cargos, diputado y consejero, y no se pueden acumular dos buenos sueldos en una sola persona, más aún en tiempos de escasez. ¿Qué ejemplo de seriedad y mesura se está dando con ello? Y es que todavía el ser humano está ciego, no ve la realidad vigente y se produce una corrupción extendida y generalizada como una situación habitual.
El otro asunto que alivió mucho mi malestar era el destape de la supuesta corrupción en el INEN que salía en Ceuta TV. Sé de un joven que lo había pasado bastante mal, e incluso había sido destituido de su cargo, por asesorar, según su cometido en Jurisprudencia, que lo que se iba a realizar era ilegal e injusto, todos sabemos que el dinero público se debe administrar con cordura y justicia, sometido a ley, no al antojo y falta de conocimiento en la materia, y otras cosas que personalmente pienso. Como siempre en esta Ciudad, nunca por desgracia para todos, pasará nada. Por ello debemos ser incansables en hablar alto y claro. Quienes deberían dejar sus miedos son los contratistas que pagan con dinero negro a muchos políticos corruptos que arruinan nuestro patrimonio, sin importarles más que su enriquecimiento ilícito. Me comentaba hace tiempo una amiga del PP, lo que hacía uno de los consejeros de la época, que la indignaba, iba a pedir él o su esposa el porcentaje en dinero negro que estaba estipulado entre ellos, para que se le diera bajo cuerda. Como nadie denuncia nada de lo que está sucediendo, cuando ocurra lo que se ve venir, que tampoco nadie se extrañe, pues todo se ha ido gestando con suma minuciosidad maquiavélica. Nadie, de los que están a cargo de la política, se atreve a hablar del tema abiertamente, de momento. Ojalá podamos tener tiempo suficiente para sanear nuestra Ciudad.