Las obras que se estaban acometiendo en Arroyo Paneque llevan paralizadas meses en Ceuta. A pesar de las críticas de los vecinos la situación sigue igual.
En primera instancia, desde el Ejecutivo local se tuvo que realizar un proyecto de modificación debido a la dificultad del terreno, pero no fue el único hándicap con el que se han encontrado por el camino. La ejecución de la obra en sí, detallaron desde la Ciudad, no tenía problema alguno, pero debieron modificar el estudio de detalle de Arroyo Paneque que, pese a la preceptiva exposición pública y la aprobación por el Pleno de la Asamblea, recibió alegaciones presentadas por la Confederación Hidrográfica, que tuvieron que tenerlas en cuenta al objeto de cumplir con la normativa vigente.
Ahora bien, durante la redacción del Proyecto Modificado de las obras acaeció un problema nacional que no es otro que la subida del precio del acero, un material predominante en las obras de Arroyo Paneque. Una situación que llevó, de nuevo, a no poder continuarlas. Es un puente metálico, en el que del total de los materiales el 52% es acero, y este material multiplicó su precio por 3 desde hace bastantes meses.
Se está a la espera de esa licitación, ya que el Ejecutivo retiró el encargo a Tragsa
Eso está llevando que el asunto esté enquistado y la nueva licitación para seguir acometiendo los trabajos se encuentren totalmente paralizada. Una situación que se está alargando en el tiempo y que deja una de las obras más esperadas en tiempo muerto. Debido a esa dificultad, la última vía pasaría por ir a un procedimiento de negociado sin publicidad.
Se debe recordar que se está a la espera de esa licitación, ya que el Ejecutivo retiró el encargo a Tragsa porque rectificarlo dispararía su presupuesto para, con la cantidad que está por certificar, unos 7 millones, licitar lo que falta, que es casi todo salvo el pilotaje de uno de sus extremos.
Una y mil trabas a un proyecto que se vendió como la solución a todos los problemas de conexión
En definitiva una y mil trabas a un proyecto que se vendió como la solución a todos los problemas de conexión de los vecinos del Otero y Grupo El Rocío, pero que pasa el tiempo y el poco movimiento en el lugar ha llevado al desespero de la vecindad.
Atrás queda, cuando el pasado mes de agosto, diferentes maquinarias, estuvieron realizando tareas sobre el terreno que son de vital importancia cuando las obras de envergadura se tiran demasiado tiempo paralizadas. En este sentido, se estuvo trabajando para dar firmeza e ir más seguros con la continuación del puente cuando se reinicie esta actuación. El hándicap es que las obras no se han continuado y todo sigue igual desde hace mucho tiempo por desgracia para todos los vecinos de las zonas colindantes.
Tragsa es una ruina!