Dos años de libertad vigilada. Esa es la condena impuesta a un menor detenido en la tarde de este pasado jueves a bordo de una moto de agua con
dos marroquíes indocumentados a los que pretendía introducir en la Península desde Ceuta. Que no lo consiguiera fue gracias a la intervención de la
Guardia Civil, que interceptó al menor edad pudiendo vincularlo con estos hechos. En la mañana de ayer fue puesto a disposición de la
Fiscalía para responder de la acción delictiva cometida, fijándose una conformidad de dos años de libertad vigilada, bajo control del área de Menores de nuestra ciudad.
De igual manera también fue puesto a disposición judicial el piloto de otra moto de agua detenido esa misma tarde, aunque fue solo vinculado con un delito de desobediencia.
El empleo de menores para la comisión de delitos ha dejado de ser algo circunstancial, sobre todo en el caso del tráfico de personas o de drogas, ya que son cuantiosas las intervenciones llevadas a cabo por la Guardia Civil o la Policía que terminan con adolescentes de entre 16 o 17 años detenidos en plena comisión del delito.
Menor era el pasador de estos dos adultos, como también el detenido este mismo año por integrantes de la Benemérita después de intentar un traslado de inmigrantes en una embarcación, con la agravante de que en su intento de escapada lesionó gravemente a uno de los magrebíes que estuvo a punto de perder la pierna. En ese caso, tal y como publicó este periódico, se enfrenta a 24 meses de internamiento en centro cerrado, de los que los tres últimos serán en libertad vigilada. Las incursiones en la ciudad y también las salidas desde Ceuta en dirección a la Península han sido habituales siempre, pero se han incrementado aún más si cabe en las últimas semanas.