Unas letras de apoyo para Juanma Doncel

No soy íntimo de Juanma, ni siquiera me puedo considerar un amigo cercano, pero quizás sí alguien con la suficiente empatía para designarse a sí mismo competente y aportar un pequeño y espero que significativo granito que acaso reconforte un poquito y mitigue en algo su dolor. Si es así, quedaré satisfecho ya que los seres humanos no crecemos pidiendo y exigiendo sino dando y ofreciendo. No se puede decir que yo sea un practicante cristiano al uso pero no le tengo ningún tipo de alergia a la religión y estoy educado en esa fe de la que no reniego, si bien mi devenir espiritual ha hollado otros senderos en los que la madre naturaleza me ha mostrado templos sagrados en los que poder reclinarme, maravillarme, percibir y elevarme hasta lugares que nunca sospeche que existieran y todo ello con el solo auxilio de la imaginación activa y la fe en la magia del cosmos más allá de los repetitivos mantras positivistas.

Como indica mi buen amigo José Manuel Pérez-Rivera, en el prólogo a un libro sobre el litoral Marroquí, la Magna Mater ha corrido su velo para dejarnos ver su sagrado rostro. Por eso percibo y siento que pertenecemos a un lugar inabarcable que posiblemente se encuentre mucho más cercano de lo que pensamos aunque no lo podemos percibir con nuestros sentidos; desde mi punto de vista se trata de una revelación del mismo modo que en el Pentecostés cristiano del nuevo testamento el Espíritu Santo lo envuelve todo mostrando el amor como la única respuesta posible y la verdadera patria del alma.

Ciertamente el trascendentalismo y sacralización por el mundo natural participa del amor y no hay nada más sagrado que el cosmos y la vida que se engendró para contemplarlo en su plenitud planetaria. Por eso quien ama, sacraliza la vida y protege todas sus manifestaciones, los paisajes y también las obras culturales humanas.

Estas palabras están también dedicadas a todos los hombres que han perdido a sus amadas mujeres que en conciencia no son sino las representaciones carnales de la Diosa Madre. Engendradora de vida, dotadas para la espiritualidad y alcanzar las profundas revelaciones del amor sin condiciones. En las épocas ancestrales de preponderancia del género femenino y de la equiparación de los sexos no existían discriminaciones, a veces incluso se producían desequilibrios evidentes hacia los matriarcados como lo demuestran las tribus de las famosas amazonas descritas por fray Gaspar de Carvajal dentro del relato de la epopeya de Francisco de Orellana en su épica bajada por el río Marañón, más conocido como el Amazonas. En el último tramo de este impresionante cauce entre los afluentes río Negro y el río Tapajós tuvieron que librar una dura batalla contra las amazonas, las míticas tribus de mujeres guerreras que salieron a proteger sus territorios tributarios.

Deseo que la contemplación de la naturaleza pueda ayudar a Juanma a sobrellevar esta pesada carga por la pérdida de su amor y desde luego por mi parte estaré dispuesto a mostrarle cuanto esté dispuesto y sus ocupaciones se lo permitan a conocer del mundo marino; no le faltarán nuestras producciones. Espero que halle su propio Pentecostés y en su caso, sea el espíritu del amor cristiano la muestra de una nueva existencia por venir con la superación de la muerte.

Soy plenamente consciente que hablar o escribir es fácil y sentir la angustia y el miedo es la prueba a la que todo ser humano debe enfrentarse; yo mismo he sufrido a la fiera cruel del terror al abismo desconocido de la que por el momento solo he recibido zarpazos; todos tenemos tragedias por enfrentar en esta existencia. Pues es bien sabido, nos cuenta Joseph Campbell en su magna obra La Imagen del Mito, que “toda actuación en este visionario teatro espacio-temporal está limitada y orientada hacia una meta que debe ser conquistada tras recorrer un camino plagado de resistencias y dificultades, donde siempre hay algo que perder o ganar”. Las pruebas superadas dejan tanto ondas cicatrices como procuran ascensos por eso nos preparan para el mundo venidero del espíritu. Me declaro incompetente para poder aportar el necesario soporte a su pena pues no tuve el placer en vida de conocer a su mujer y almas más competentes y cercanas estarán consolando en la medida de lo posible al actual presidente del puerto. Duro es el camino del héroe que todo ser humano debe transitar y salir victorioso para renacer a la renovación de la vida compartida con los demás, así se es mucho más consciente de todo lo que nos rodea y de lo que merece la pena ser vivido. Los recuerdos y las bellas imágenes dolerán a la par que comenzarán a reconfortar en tiempo venidero pues grande es la dicha de quién conoció el amor y obtuvo frutos procedentes de la sagrada unión amorosa. La sola meta de luchar por los hijos es una labor trascendente y por sí misma ocupa muchas vidas exitosas y aprovechadas que es posible no se aprecien lo suficiente en este mundo tan vaciado de significado.

Lo que conozco del actual presidente del puerto es que ha venido con ilusiones de renovación y progreso a una institución necesitada de un nuevo espíritu y la fe inquebrantable en el futuro de Ceuta. En este sentido espero que continúe con su labor y no desista de sus objetivos en las necesarias mejoras portuarias en beneficio de Ceuta. Aquí también me encontrará siempre que me necesite en la esfera ambiental, tanto científica como divulgativa, el único ámbito donde puedo ser de alguna utilidad a una mentalidad abierta como la suya.

El cristianismo supo asumir el conjunto de creencias y símbolos paganos pues de otra forma no hubiera podido extenderse como lo hizo y con el gran éxito cosechado. Al fin y al cabo fue el imperio romano el gran impulsor del mensaje de Jesús por el orbe bajo su influencia civilizatoria. Y los romanos, como buenos paganos, fueron grandes sincretistas, y por eso adoraban expandiendo por el imperio deidades orientales como por ejemplo el altar galorromano encontrado en Reims donde se observan las evidentes analogías entre los cultos a través del tiempo y el espacio geográfico desde la lejana Persia (véase el volumen II de las Máscaras de Dios, Mitología Orienta de Joseph Campbell). A pesar de los muchos esfuerzos de la iglesia cristiana por hacer desaparecer todo rastro del paganismo, los cultos ancestrales estaban demasiado arraigados como para desaparecer.

Así para nuestro cometido en relación a estas letras de apoyo a Juanma Doncel me parece pertinente mencionar que los cultos de la gran diosa fueron fundamentales para la entronización de la Madre de Dios. Por eso se puede adorar a la Virgen María como la reina del cielo e intercesora principal ante el mismo todopoderoso cuyo hijo llevó en su vientre. Al igual que Tara, María es salvadora y estrella de la mañana, puerta del cielo y procuradora de la revelación cristiana a través de la oración. Solo hay que observar con la cultura necesaria para percibir en diferentes representaciones medievales y góticas que María reina entre los ángeles del cielo y es bendecida por ellos portando el cetro con la rosa y al hijo bendito. Sin la representación sacralizada de la mujer no existiría poder de trascendencia espiritual en la mayoría de las grandes revelaciones religiosas, ni redención ni regreso del propio Dios.

Estos hechos no restan ninguna fuerza a la fe cristiana católica sino todo lo contrario y me atrevería a decir que es de las tres religiones del libro la que más ha integrado las simbologías ancestrales. Los templos católicos están cargados de sacralidad intemporal y por su capacidad de conexión psíquica con nuestro inconsciente colectivo continúan siendo polos de atracción espiritual (véase La Imagen del Mito, de Joseph Campbell). Es bien cierto que en estos espacios de recogimiento los símbolos están ocultos bajo otras apariencias pero en esencia no han modificado los conceptos básicos que inspiran su edificación. Todas las literalizaciones de los textos sagrados son erróneas y ajenas a su mundo simbólico en el que son desarrolladas pues vienen de un más allá que no nos corresponde conocer sino solo percibir. Por otra parte, el literalismo científico lleva demasiado tiempo menospreciando la espiritualidad y desmitificando el cosmos como si fuera todo un asunto propio de las disciplinas científicas, de ecuaciones matemáticas, hallazgos de vida extraplanetaria y geografías ignotas. Tanta fe en el mundo de afuera está desvirtuando la propia psique humana y provocando demasiados shocks existenciales que toman la forma de neurosis, infelicidad crónica, nihilismo y vacuidad vital. La conciliación con el mundo de adentro es tan importante como con el de afuera y en esto consiste el progreso real de la humanidad en el siglo XXI.

Juanma, si ciertamente como intuyen muchos hombres sabios de todas las épocas y continentes, la vida es un sueño o incluso como afirman los inquietantes y sorprendentes mitos de los Bosquimanos estamos soñando dentro del grandioso sueño del inconmensurable, mejor será soñar con la Diosa Madre y tener la suerte de haber amado en cuerpo y alma a su representación terrenal: la mujer.