Liderada por Francisco Fernández Verni, la Asociación de Legionarios de Honor, representa a aquellos que han resultado distinguidos merecidamente, con el" chapiri "y el diploma, a los que han accedido por las virtudes que les reconoce el Mando del Tercio.
Ocupan destacados puestos en las formaciones legionarias, próximos a la tribuna y cercanos a las autoridades. Incluso, el IV Tercio, les dedica un Sábado Legionario restringido para sus distinguidos miembros.
Hasta aquí, he descrito brevemente aquellos elementos que les distinguen. Ahora, y bajo mi punto de vista de Veterano Soldado, ha llegado el momento de involucrarse en nuevos retos.
Cuando cito estos objetivos, que no he tenido la ocasión de compartir con tan selecto grupo, me refiero a circunstancias cotidianas, que afectan al Legionario de a Píe. Al mismo que desfila ante ellos a 160 pasos por minuto.
Recuerdo a ese Legionario, Soldado anónimo, que a los 45 años finaliza su compromiso con las FFAA y se encuentra desamparado y sin empleo. Sin oficio ni beneficio y situado a la intemperie de un futuro incierto.
La selecta Asociación de los Legionarios de Honor, cuenta entre sus filas con prestigiosos militares, empresarios, economistas y letrados que no resultan ajenos a esa cruda realidad.
Por ello, y en los difíciles tiempos que corren, entre celebración y celebración, pueden encontrar un espacio para debatir y aportar ideas y soluciones para las necesidades reales de la vida cotidiana.
Portar la americana azul cruzada con el distintivo, lucir el chapiri y ocupar ese lugar dominante ante la tribuna de autoridades e invitados, también implica o debe hacerlo, un compromiso activo con el futuro de nuestros soldados, procurando para ellos un horizonte despejado.
Aún más sencillo...desarrollen de manera activa el segundo espíritu, que recitan con orgullo..."El Espíritu de Compañerismo".