De pequeña a Laura le gustaba ver con sus padres los capítulos repetidos de la serie ‘CSI’. “Aún no sabía muy bien qué quería hacer, pero sí que me gustaba mucho la Criminología. Veía todos los capítulos y ahí era muy pequeña y decía que quería ser criminóloga, pero mis padres nunca me han cerrado puertas, al revés, siempre me han dado libertad para elegir lo que realmente quería hacer”, recuerda.
A sus 18 años, Laura García Jimena se ha convertido en el orgullo de toda su familia y también de todos sus docentes y compañeros del
Instituto de Enseñanza Secundaria Almina, en Ceuta, donde cursó hasta hace unos meses el Bachillerato de Ciencias de la Salud. Y es que Laura ha sido admitida en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, donde empezará sus clases el próximo lunes, 20 de septiembre.
Todo un ejemplo de esfuerzo y superación, aunque Laura se define como una chica “sencilla”, seguramente será una gran doctora. Lo que está claro es que la rama sanitaria siempre le atrajo y que sus pequeñas deficiencias auditivas no le han impedido lograr su sueño.
“Cuando me pusieron un implante coclear, decidí que quería enfocar mis estudios a la ciencia”
“La semilla que terminó de hacer que me enfocara en esta rama es una experiencia personal. A los 15 años me implantaron un
implante coclear que me ayuda a poder escuchar mejor. Me hicieron una cirugía porque se necesita un implante interno para poder adaptarlo. Durante la estancia en el hospital fui descubriendo todo lo que era el mundo sanitario y me interesé por la cirugía. Ahí decidí que quería enfocar mis estudios a la ciencia. También es cierto que la investigación y los avances tecnológicos conforman mi modo ser y me siento afortunada de ser consciente de todo el proceso que llevaba mi implante. Ese interés, me hizo centrarme también por la medicina”.
Laura siempre ha sido una alumna trabajadora, que se esforzaba por intentar conseguir las mejores notas, tal y como reconocen sus profesores. “Siempre me dieron alas y ánimo para conseguir mis objetivos y sueños”, comenta. Y dicho y hecho. Laura se puso manos a la obra y fue “con todas a Selectividad” en la primera convocatoria de junio. El resultado fue excelente: un 11,05 sobre 14.
Con esa nota, Laura empezó a plantearse la posibilidad real de estudiar Medicina en Málaga, cuya nota de corte se ha quedado en un 13,186. “Tenía desconocimiento de lo que es el cupo de discapacidad. Pero a Selectividad fui con todas. Me preparé para alcanzar la máxima nota que pudiera y conseguí un 11,05. Mi instituto siempre me ha apoyado en mis circunstancias, me animaron a que fuera con todo a Selectividad, que yo podía y la orientadora fue la que me explicó que existe un cupo de un porcentaje de un 5 por ciento para personas con discapacidad”, narra esta joven que vive en la calle Jáudenes.
“Todos mis familiares y profesores están muy orgullosos de lo que estoy consiguiendo”
No fue un proceso sencillo, pero contó siempre con la ayuda de su centro, el Almina. “Tenía que presentar un informe psicopedagógico y además, el porcentaje de discapacidad. Ya ahí, contactamos con la Universidad de Málaga y me dieron todas las facilidades. De 160 plazas, correspondían cerca de 7 a las personas con discapacidad y me ofrecieron todas las carreras en las que podía entrar, pero elegí Medicina”, confiesa.
En el centro no dudan de que “su trayectoria va a estar llena de éxitos”. “Todos, mis familiares, mis profesores y todos están muy ilusionados y orgullosos de lo que estoy consiguiendo. También quiero destacar que en el Almina el profesorado es excelente”, agradece aún “nerviosa”.
Ahora, Laura está preparando todo y “aprovechando los días” antes de irse este sábado a Málaga para poder asistir a su primera clase de Medicina el próximo lunes. Su sueño sería ser doctora en su ciudad natal, en Ceuta: “La especialidad aún no la he elegido. Realmente creo que esperaré a explorar todas las posibilidades durante la carrera y descubrir qué faceta me gusta más. De momento estoy abierta a todo. La gente dice que los que se van fuera a estudiar, ya no quieren, pero a mí me gustaría volver por supuesto y ser doctora en Ceuta, sería ya un sueño hecho realidad”, concluye.