Las veletas

Otra rectificación más. Y van…. Nuestro caduco gobierno de la nación (caduco porque su fecha de caducidad hace tiempo que expiró) acaba de volver a dar marcha atrás en otra de sus decisiones. Si hace un año trataba de exprimir más nuestros bolsillos duplicando el IVA por compra de vivienda del 4 al 8 por ciento, ahora lo devuelve a su estado original (durante 4 meses) del que nunca debió salir toda vez que la intención inicial, recaudar más, se ha visto frustrada porque sencillamente no se venden viviendas. Lamentablemente, esta última decisión tampoco va a hacer que el ciudadano se lance como loco a las secciones inmobiliarias de los periódicos, porque ¿alguien en su sano juicio piensa que comprar una casa es como comprarse un par de zapatos? Para adquirir una vivienda hay que buscarla y, después de visitar muchas, encontrarla, solicitar una hipoteca, que te la concedan, preparar la documentación, y pedir cita en notaría. En condiciones normales, más de 4 meses. Además, se barajan muchas circunstancias, no siendo una de las más importantes el IVA, que en una vivienda de 150.000 euros a pagar en 30 años importa poco si son 6.000 ó 12.000 euros, que además, si se tiene la suerte de que la entidad bancaria te conceda la hipoteca, van a ser repercutidos y prorrateados en esos años.
Tampoco fue una buena medida eliminar la desgravación fiscal por compra de primera vivienda. En un sector que había sido motor de nuestra economía y fuente de trabajo como el de la construcción, que se preveía, como así ocurrió, que iba a sufrir en primera persona las consecuencias de la crisis, lo que había que hacer era, si no ayudarle, por lo menos no darle la puntilla, al menos hasta su paulatina reconversión. Quizás hubiera sido una buena medida restaurar esa desgravación para la compra de la segunda vivienda, medida eliminada por el gobierno de Aznar. Lejos de ello, nuestro Gobierno del PSOE se cebó con esa actividad uniéndose, con sus medidas, al sector bancario firmando, ambos, la correspondiente acta de defunción del sector de la construcción, contribuyendo a la pérdida de millones de empleos directos e indirectos. Y esos vientos han traído las tempestades que conocemos, con más de un millón de viviendas a la venta en nuestro país, y una actividad, la de la construcción, dependiente casi exclusivamente de las obras públicas que ya sabemos que, además de estar en declive, pagan tarde y mal.
¿Tanto cuesta emplear el sentido común? A nuestros gobernantes les elegimos y pagamos para que vean, analicen, se asesoren, prevean, y después, tomen decisiones y legislen. Aquí, donde ponen y quitan sin ton ni son, más parece que están jugando a las casitas, pero con nuestro futuro, porque el de ellos está más que asegurado. Así nos va.
Una de los motivos (no el único, evidentemente) por los que el ciudadano le ha perdido el respeto, y con razón, a la clase política, es, tal y como lo han reflejado con su tradicional puntería Pepe Caballa y La Pavana ayer domingo, que los políticos, salvo honrosas excepciones, han perdido la vergüenza. Y la penúltima prueba de ello nos la han mostrado PSOE y PP con su doble moral (falta de moral, mejor dicho) cambiando sus postulados dependiendo de si están en el gobierno o en la oposición. Mientras las diputaciones eran gobernadas por PSOE, éste defendía la conveniencia de su existencia, y el PP que eran inútiles. Ahora que las urnas han dado un vuelco a la situación, el PP por boca de su portavoz la Sra. De Cospedal defiende que hay que mantenerlas, y el PSOE, Rubalcaba sostiene, que “son inútiles, y que él prefiere a un maestro o a un médico que a un diputado provincial”. ¿Demagogia o brindis al sol? Probablemente ambas cosas. Para eliminar las diputaciones en necesaria una reforma constitucional, y para eso es necesario el acuerdo de PP y PSOE que, visto lo visto, cambian de criterio como veletas dependiendo de por dónde soplen los vientos de las urnas.
POSDATA. Un dato serio: Cuando tenemos 8.112 ayuntamientos, casi los mismos que Alemania con aproximadamente la mitad de su población, de los que el 80% gobiernan municipios de menos de 5.000 habitantes, parece claro que su reducción es un imperativo. Mientras que en España se han creado 32 nuevos consistorios desde el año 96, Gran Bretaña ha pasado de 1.500 a 400, Alemania de 25.000 a 8.400, Bélgica de 2.359 a 596 y Grecia de 5.300 a poco más de 1.000. En UPyD ya sabemos, y así se propuso en el Congreso (proposición rechazada por los de siempre) que fusionando ayuntamientos pequeños nos ahorraríamos 16.000 millones de euros al año. Y Rubalcaba todavía no ha dicho (posiblemente porque ni lo sabe ni le importa) cuánto ahorro supondría suprimir las diputaciones. ¿Doble moral o sinvergonzonería política? También probablemente, ambas cosas.