El delegado del Gobierno se desplazó en la jornada de ayer a la frontera del Tarajal, a instancias del Sindicato Unificado de Policía para observar las deficiencias que existen en el paso fronterizo y ver las soluciones que se apuntan desde el sindicato mayoritario dentro de la Policía Nacional. Además, aparte de que todas las opiniones son válidas y más de quienes están todos los días a pie de frontera, no olvidemos que la reforma de la misma frontera es también una de las prioridades tanto de la Ciudad Autónoma como de la Delegación del Gobierno. Pero aprovechando esta circunstancia el mismo delegado pasó a terreno de nadie y estrechó la mano de quienes eran los responsables de la Aduana marroquí en esos momentos. Está claro que las relaciones entre ambos lados de la frontera, si se permitiera la ejecución a los responsables que están a pie de calle, se avanzaría mucho en la mejora de la calidad de vida y las ayudas serían mucho más fluídas y con beneficios para todos.